El recién reelegido lehendakari, Iñigo Urkullu, volvió a tender ayer la mano a los partidos de la oposición para "unir fuerzas al servicio de Euskadi", hizo hincapié en la necesidad de acordar durante esta legislatura y se comprometió a "cumplir fielmente" el programa de gobierno pactado con el PSE-EE.

Urkullu pronunció estas palabras en la tribuna de oradores del Parlamento Vasco, minutos después de ser designado lehendakari con el apoyo de los representantes de su partido y de los socialistas por mayoría simple.

En su primer discurso como presidente vasco de la undécima legislatura, Urkullu volvió a poner en valor "con toda humildad" que el "diálogo y el acuerdo van a ser imprescindibles" durante los cuatro años en los que dirigirá un Ejecutivo en minoría.

"Serán cuatro años fundamentales en los que tendrán mi mano tendida para unir fuerzas al servicio de Euskadi. Hemos presentado un programa concreto y completo que me comprometo a cumplir fielmente", subrayó.

Tras insistir en que Euskadi es una "sociedad plural", Urkullu se reafirmó en su defensa de un "proyecto compartido para Euskadi" que garantice la cohesión social y la modernización, y que genere "más y mejor empleo", así como que haga posible "consolidar la convivencia social y política".

Miren Larrion (EH Bildu) le felicitó, pero apostó por la "transversalidad" que hubo hace 80 años con el lehendakari José Antonio Agirre, "que llevó al pueblo a una situación de casi Estado".

Lander Martínez, de Elkarrekin Podemos, también felicitó al lehendakari y dijo que de ahora en adelante trabajarán por plantear una "alternativa".

Borja Sémper (PP) consideró que ahora empieza el tiempo de que Urkullu demuestre su "voluntad de diálogo, de entendimiento, dde moderación y de acogerse a la legalidad".