El presidente del PP, Mariano Rajoy, respeta escrupulosamente un planteamiento que acuñó durante la anterior legislatura y del que no piensa desviarse un solo milímetro. Ayer, reiteró sus líneas básicas: Su apoyo al Gobierno será total para "todo aquello que signifique la apuesta por la derrota de ETA y su liquidación definitiva". Y lo hizo precisamente desde el último escenario de la barbarie terrorista, la localidad riojana de Calahorra, donde también defendió la vigencia del Acuerdo por las Libertades y Contra el Terrorismo que PSOE y PP suscribieron en 2000 y apostó por echar a Acción Nacionalista Vasca (ANV) de todos los ayuntamientos vascos y navarros en los que cuenta con representación política.

Ésta fue la respuesta, justo desde el lugar donde ETA colocó un coche bomba el pasado viernes 21 de marzo, al llamamiento que hace unos días hizo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para lograr un entendimiento "sincero y noble" en la nueva legislatura para luchar contra ETA. "Estoy donde siempre he estado: en el Pacto. Si hay un Pacto Antiterrorista firmado en el año 2000, cualquier posición del Gobierno para derrotar a ETA la voy a apoyar", afirmó Rajoy al ser preguntado por las palabras de Zapatero.

Tras proclamar que ETA es el enemigo de todo el pueblo español porque "atenta contra la vida de los españoles, sus derechos, libertad, propiedad, su forma normal de vivir", el líder de los populares apostó por seguir trabajando en la detención de etarras, incrementar la cooperación policial internacional -Francia sigue siendo un país clave en esta larga partida, así como, en menor medida pero con un protagonismo creciente, también Portugal- y echar a ANV del mundo municipal.

"Ahora se habla de que en el País Vasco quieren quitarle las alcaldías a Acción Nacionalista Vasca. Desde luego, el Partido Popular va a apoyar con los concejales que tenga en cada corporación a cualquier otro que pueda sustituir al alcalde de ANV en cualquier ayuntamiento vasco", advirtió Rajoy, quien confirmó así el total respaldo que obtendrá el PSE de los ediles populares en su estrategia de presentar mociones de censura contra los alcaldes de ANV, de momento, sólo en Guipúzcoa. Una determinación que tiene su origen más inmediato en que la formación abertzale se negara a condenar el asesinato a manos de ETA del ex concejal socialista Isaías Carrasco el pasado 7 de marzo en Mondragón.

Precisamente ayer, la presidenta del PP de Guipúzcoa, María José Usandizaga, exigió a EA, EB y Aralar que "recuperen la cordura y la sensatez política" y "rompan con el brazo político de ETA" en municipios como Zumaia y Urnieta (Guipúzcoa), dos enclaves en los que estas formaciones nacionalistas pactan con los ediles de ANV. A través de un comunicado, Usandizaga reiteró la "necesidad" de "aislar a los violentos, a los que los legitiman y a los que los apoyan".

La dirigente popular aludió a los ejemplos concretos de Zumaia y Urnieta, en el primer caso "porque ayer fueron aprobados los Presupuestos municipales con los votos del equipo de Gobierno (EA-ANV) más los de Ezker Batua-Aralar", y en el segundo porque "también continúa la actividad municipal con el pacto entre la coalición Urnieta Denon Artean (UDA) y ANV". Usandizaga señaló que "es ya hora de que EA, EB y Aralar se decanten por la derrota de ETA en vez de seguir dando oxígeno a los representantes políticos de los terroristas".