Unidos Podemos presentará este miércoles un candidato alternativo para presidir la comisión de Exteriores del Congreso y tratar así de cortar el paso al candidato del PP, el ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, que no será apoyado ni por el PSOE ni por Ciudadanos.

Así lo han informado fuentes del partido de Pablo Iglesias que cuenta con ocho diputados en la comisión de Asuntos Exteriores, uno de ellos el vicepresidente segundo, Txema Guijarro, mientras que su portavoz, Pablo Bustinduy, es el responsable de Relaciones Internacionales en el partido.

Este miércoles, a las 10:30, se votará al nuevo presidente de la comisión que sustituirá a Jesús Posada, que ahora pasará a estar al frente de la comisión Constitucional.

La elección de Fernández Díaz para presidir la comisión ha sido muy criticada por la oposición después de ser reprobado el pasado 18 de octubre por todas las fuerzas políticas, salvo el PP, a raíz de las conversaciones que mantuvo con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña para buscar pruebas contra algunos partidos.

Plante de la oposición

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha propuesto e que los partidos de oposición boicoteen la elección de Fernández Díaz. Su idea es que la oposición no acuda a la reunión de ese órgano donde se votará la candidatura de Fernández Díaz, ya que si no hay quórum ésta no se podrá celebrar.

Las comisiones parlamentarias están formadas por 37 miembros y para que se puedan reunir deben estar presentes como mínimo la mitad más uno, es decir, 20 personas.

Esteban ha lanzado esta propuesta en declaraciones a los medios antes de la Junta de Portavoces, donde ha tildado de "provocación" que el PP pretenda aupar a presidente de comisión a una persona que ha sido reprobada por toda la oposición y cuya gestión al frente de Interior va a ser objeto de una comisión de investigación parlamentaria.

Que piensen en otro diputado

El portavoz de los nacionalistas vascos no alcanza a entender qué gana el PP colocando a Fernández Díaz al frente de la Comisión de Exteriores y ha pedido este partido que "reflexione" y proponga a otra persona para el cargo porque nombrarle a él "no tiene ni pies ni cabeza".

Esteban es partidario de respetar el acuerdo alcanzado por los grupos para repartirse los cargos en las mesas de las distintas comisiones parlamentarias, que ha permitido al PNV una presidencia de comisión, pero exige que se cumpla "con sentido común".

En este sentido, ya ha adelantado que no piensa facilitar el 'quorum' para que pueda sustanciar la elección de Fernández Díaz y ha llamado al resto de la oposición ha hacer lo propio. "Conmigo que no cuenten", ha subrayado.

Para el portavoz de la antigua Convergència, Francesc Homs, proponer a Fernández Díaz como presidente de comisión es "uno de los episodios más surrealistas del Congreso", pues se trata de la misma persona que ha sido reprobado por la Cámara, que ha manifestado que no confía en él. "Es un contrasentido --ha explicado--. Si no hay confianza para un cargo, tampoco debería haberla para otro cargo".

Homs considera que la elección del PP es una "provocación" y espera que los socialistas, que promovieron la comisión de investigación del Congreso sobre la gestión de Fernández Díaz en Interior, sean ahora "consecuentes" e impidan su nombramiento como presidente de comisión.

Lo del PSOE es "el colmo"

A su juicio, si el PSOE permite el nombramiento con su voto en blanco, "sería el colmo de lo grogui que están los socialistas", pero asegura que hay "muchas posibilidades" en el marco parlamentario para impedirlo.

Está la ausencia de la oposición para que no haya quórum, como alega el PNV, y también buscar un candidato alternativo apoyado por la oposición. "Hay muchas soluciones parlamentarias para que mañana esta votación no se produzca y no se nombre a Fernández Díaz -ha añadido-. El sistema de votación no es coartada posible para un caso tan grave como éste".

También Esquerra está dispuesta a estudiar el 'plante' para impedir la elección de Fernández Díaz, que según Gabriel Rufián ya preside de facto la comisión "de forma indigna" gracias al apoyo del PP y de sus dos "marcas blancas", en referencia a Ciudadanos y al PSOE.