La voluntad de diálogo que proclama Mariano Rajoy es acogida con extrema cautela por la oposición, que espera más una roca que una esponja ante sus propuestas, duda de que el presidente haya formado su Gobierno pensando más en España que en clave interna y va a negarle los cien días de cortesía al ser "más de lo mismo".

El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, mostró ayer su temor a que, dada la continuidad en el nuevo Gobierno de Rajoy, el Ejecutivo no sea "dialogante ni flexible". En declaraciones a los periodistas durante el Pleno que celebró ayer el Parlamento asturiano, señaló que confía en "equivocarse" en su primera impresión sobre la composición del Gabinete popular, que mantiene, dijo, al núcleo duro que ha dictado la política económica de los últimos años y su relación con las comunidades autónomas. "La Cámara no tiene nada que ver con los cuatro años que el PP gobernó con mayoría absoluta, la disposición es totalmente diferente y me temo que (Rajoy) no lo haya aprendido ni analizado convenientemente viendo esa continuidad", añadió Fernández.

Los recelos de Ciudadanos (C's), pese a su pacto de investidura que posibilitó el único voto afirmativo para ella más allá del PP, no son menores. Así, su presidente, Albert Rivera, acusó ayer a Rajoy de conformar un Gobierno con nombramientos de ministros "más pensando en su partido que en el país". "El resumen -agregó- es que ha pensado más en colocar y hacer equilibrios dentro del PP que seguramente en afrontar los retos que España necesita, de reformas y retos políticos para los próximos años", declaró antes de presidir el Consejo General de la formación naranja en un hotel de Barcelona.

Rivera agregó que no le sorprende el "continuismo" de los nombramientos. "El cambio ha llegado al Parlamento pero, como hemos visto en la designación de ministros y en el propio presidente, el cambio no ha llegado al Gobierno de España", insistió.

El escepticismo se redobla en Unidos Podemos. Su portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, aseguró ayer que su formación no dará al nuevo Ejecutivo "cien días de cortesía", porque es "más de lo mismo" y va a suponer la continuidad de las mismas políticas. En declaraciones a los periodistas en la Cámara Baja, consideró que Rajoy no ha formado un Gabinete "de acuerdos" ni "amplio" sino de "inmovilismo" y criticó la permanencia de los ministros Fátima Báñez, Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, que han traído "precariedad" y "recortes" durante su etapa anterior en el Gobierno.