Si finalmente el cortejo postelectoral que mantienen el PSOE y el PNV no llega a buen puerto, los nacionalistas lanzarán una estrategia de "confrontación política" contra los socialistas. Así lo advirtió ayer uno de sus diputados electos, Josu Erkoreka, que recordó que hay que olvidar que "dentro de un año" habrá elecciones autonómicas en Euskadi y, si no se llega a un acuerdo -que pasa por que Zapatero se siente con Ibarretxe con su plan soberanista sobre la mesa-, el PNV se verá obligado a desatar "un cierto nivel de confrontación política".

El diputado peneuvista confesó, en una entrevista a ETB, que de su reunión con Blanco salió con un sabor "un poco agridulce" porque no obtuvo "ningún compromiso por su parte, sólo buenas palabras y buenos deseos".

El número uno de Izquierda Unida es ahora el de superar las trabas para contar con un grupo parlamenatrio propio en el Congreso. El coordinador general, Gaspar Llamazares, afirmó ayer que "en toda tierra de garbanzos 4,97 es 5", por lo que recalcó que sería una "muestra de sectarismo y una burla" que IU-ICV (dos diputados) no pudiera formar grupo propio con ERC(tres) por quedarse a tres centésimas de ese cinco por ciento de votos a nivel nacional necesario por ley. En declaraciones a TVE, Llamazares advirtió que el Parlamento "no puede ser una nueva ley del embudo para las minorías", ya que "bastante ley del embudo es la ley electoral".