España

Detenidos los dos etarras huidos del comando que voló la T-4

  • Operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía francesa en San Juan de Luz

Los etarras Joseba Iturbide y Mikel San Sebastián, huidos del comando autor del atentado en el aparcamiento de la T-4 de Madrid-Barajas del 30 de diciembre de 2006, fueron detenidos ayer en San Juan de la Luz, en el sur de Francia, durante una operación conjunta de la Renseignement Generaux (GF) y la Guardia Civil española.

Además hubo un tercer miembo de ETA detenido, José Antonio Martínez Mur, a quien los servicios policiales relacionan con las finanzas de la banda terrorista.

Iturbide y San Sebastián integraban el comando que atentó contra la T-4, en el que fallecieron dos ciudadanos ecuatorianos, junto a los etarras detenidos el pasado 6 de enero en Mondragón (Guipúzcoa), Martín Sarasola e Igor Portu. Todos ellos fomaban el comando Elurra, formado en 2001 y que había perpetrado atentados desde 2005.

Precisamente fue Martín Sarasola el encargado de formar el comando de legales (no fichados) entre su círculo de amistades en 2001 por orden y en colaboración con José Antonio Aranibar Armendoz, arrestado el 2 de julio de 2007 en compañía de otros dos etarras a los que acababa de entregar una furgoneta-bomba destinada a explotar, probablemente en Navarra, coincidiendo con el Debate sobre el estado de la Nación. Aranibar Armendoz es natural de Vera de Bidasoa, una localidad muy próxima a Lesaka.

Una vez formado el comando en 2001 comienza a ser operativo al año siguiente encomendándosele funciones de mugalari, los terroristas dedicados a ayudar a cruzar la frontera a otros miembros de la banda. En 2004 recibieron orden de elevar sus atribuciones y dedicarse a la distribución de armas y explosivos entre los miembros de la banda terrorista.

Según el relato del ministro, a mediados de 2005 dieron el paso más significativo y la dirección de ETA les ordenó comenzar a atentar. Se estrenaron con la colocación de un coche-bomba contra la discoteca guipuzcoana Bordatxo en tareas de apoyo al comando que perpetró la acción, que no ocasionó víctimas mortales pero destrozó el local.

En septiembre de 2006, en plena tregua etarra, dos de los miembros del comando, Martín Sarasola y Josu Iturbide, recibieron la orden de irrumpir en un acto de homenajes a etarras muertos en una campa del monte Atxirulegi (Guipúzcoa).

Su siguiente actuación criminal tuvo lugar en Barajas. Ocho meses después, el comando de legales, en concreto Igor Portu y Martín Sarasola, reapareció en Castellón haciendo estallar una furgoneta en un olivar al sentirse seguidos por la Guardia Civil.

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