Entrevistas

"Este país no tiene arreglo, así que habrá que cantarlo"

M. Muñoz Fossati

-Habrá quien no lo sepa, así que ¿qué es un pureta?

-Pues uno que se ha hecho bastante mayor, pero que aún va de moderno y le gustan las discotecas como si no hubiera cumplido años.

-¿Usted lo es?

-Bueno, yo lo soy, claro, pero más moderno aún.

-¿Qué hace que una chirigota un año no pase a la final y al siguiente sea primer premio?

-En nuestro caso es que no hemos tenido prácticamente nunca un autor que nos haga el repertorio completo, siempre hemos tenido que hacer nosotros, el conjunto, el cuplé u otra parte del repertorio. Pero este año, hemos tenido ese autor, el Lolo (Manuel Álvarez Seda), siempre contando con el Chico, que es un monstruo haciendo la música, el Dani, yo que hago mis cositas... cada uno aportamos algo, aunque sea ir por una botella de vino. Somos una fábrica, hemos hecho un bloque muy bueno, y eso es lo que nos da energía.

-Y sin embargo, todo el mundo les conoce como la chirigota del Love.

-Sí, será porque yo empecé con Los diablillos y Las momias, y ahí me hice famoso por el bailoteo que me pegaba, y ya no era la chirigota de los Villegas: nos pusieron la chirigota del Love, no es por otra cosa. Aparte, yo hago mis pinitos también, aporto los chistes para los cuplés, mis cositas...

-El sello suyo está en la interpretación entonces.

-Sí, yo soy intérprete, porque de cantante tengo poco. Yo tengo voz de tinaja.

-¿Cádiz está como para que el Carnaval dure tanto?

-Yo pienso que, tal como está Cádiz, debería ser carnaval todos los días. Para que viniese más gente, porque la inversión que se hace aquí es horrorosa. Y en verano, más Carnaval todavía, porque me parece a mí que lo que nos va a quedar va a ser eso. Y hacer concursos en la playa, y hacer siete barbacoas, no una, para que venga gente de fuera.

-¿Pero no perjudica eso la imagen de Cádiz, como si siempre estuviera de cachondeo?

-No, mira, eso sí que no. Nada de cachondeo, porque yo llevo 37 años trabajando, y tampoco he parado con la chirigota. O sea que yo cumplo en los dos aspectos. Desde los trece años estoy trabajando en la Farmacia Central (donde cuando quieras puedes comprar Okaaal), y allí te lo pueden decir. Cuando salgo, me cambio de mono y soy otra persona.

-El Love ha logrado hacer famosa en Cádiz hasta su profesión.

-Sí, señor, auxiliar de farmacia diplomado.

-¿Y el Carnaval da dolores de cabeza o los alivia?

-Al revés, el Carnaval me da satisfacciones. Tú sabes, con la excepción de que la parienta te da la paliza o las broncas. Pero la mía ya está acostumbrada, y hasta me echa de casa cuando vuelvo pronto.

-¿Qué medicinas le piden los carnavaleros?

-Lizipaina, frenadol... de todo. Lo que pasa es que las cuerdas vocales después de cuatro meses de ensayo están cansadas, hinchadas, necesitan descanso. Tú sabes, mucha miel, leche calentita, hasta un poquito de agua oxigenada, en algunos momentos una pastilla de ibuprofeno, o de neopreno como me dijo una vez una mujer.

-Pero a pesar de todo, acaba el Carnaval y ya estáis preparando el siguiente.

-Bueno, nosotros no terminamos, ahora nos llevamos todo el año con contratos para actuar. Y si aparece la idea, pues mejor, empezamos a trabajarla para el año que viene. Esto dura un año y hay que aprovecharlo.

-¿No ha dejado de salir ni un año?

-Sí, el año de Los Hermanos Strambolini, que no pude hacerlo por problemas familiares, pero luego salí con ellos en la calle. Llevo ya con esto 27 años.

-¿Cree que el Carnaval se está desgaditanizando, o haciéndose más a la medida de la audiencia de Canal Sur?

-Mira, yo soy partidario de lo sencillo, pintarte la cara y ponerte unos calzoncillos, pero estamos en el 2012. Tú no vas a ya a un restaurante a pedir papas con huevos, o en todo caso te los pintarán o pondrán un perejil al lado. Eso es lo mismo en todos los aspectos. Hoy, vende mucho una imagen, no sólo cantar.

-Se dice que el Carnaval de Cádiz es periodismo cantado.

-Eso dicen, sí.

-Entonces, no me resisto a preguntarle por algunos temas de la actualidad. Por ejemplo: las celebraciones del Bicentenario en Cádiz.

-Bueno, vamos a esperar a que termine, o al menos a que llegue a la mitad. Pero de momento la cosa está negrita, aquí hace falta mucho trabajo y que la gente esté alegre con el trabajo. Si aquí lo hubiera, esto sería el paraíso terrenal, porque aquí somos de gastar.

-¿Y sobre la reforma laboral?

-A ver, me falta leer los puntos, pero llevo 36 años trabajando y ya le digo a mi jefe que si me quiere echar que me eche ahora mejor, por tres pesetas. Porque tal como está la cosa, cuando yo me jubile voy a tener que darle dinero a él.

-¿Y si le digo la condena al juez Garzón?

-Eso sí que es un marronazo para ese hombre. Con lo que ese hombre ha trabajado, y que ahora de buenas a primeras lo quiten. Este país es que no tiene arreglo, lo cojas por donde lo coja, no tiene arreglo.

-Y ya que no tiene arreglo, habrá que cantar.

-Sí, y ya puestos, aprovechar y cantar las cuarenta, a ver si con el cante se enteran, aunque después eso se lo pasen por los forros, pero bueno...

-Hay que suponer entonces que los carnavaleros os creéis todo lo que cantáis.

-A ver, hay cosas que tenemos la libertad de decirle al autor que no, si va contra nuestro sello. El Lolo trajo un pasodoble del Rey, y le dijimos que no nos gustaba ese tema, no el tema, sino la forma tan política de tratarlo. Y no lo cantamos. Y un caso más radical nos pasó con Villegas, que él nos dijo que la chirigota era suya y se hacía lo que él decía, y nos fuimos los doce y lo dejamos tirado.

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