Javier Sierra. escritor

"Mis novelas rellenan las lagunas que dejan los historiadores"

-¿Escribe esas fantasías porque en Teruel, su ciudad natal, no pasa nada?

-Teruel es muy determinante en mi trayectoria literaria. En primer lugar, porque es un territorio lleno de leyendas, un lugar de brujerías, demonios y apariciones. Además, por su frío y características geográficas, invita al recogimiento, a estar encerrado en casa al lado de la chimenea o la calefacción. Eso marcó mis primeros quince años de vida.

-¿Es la literatura inmortal, antídoto contra la muerte?

-En Egipto hay un dicho muy famoso: el hombre le teme al tiempo y el tiempo le teme a las pirámides. La primera obra literaria de la historia, el poema de Gilgamesh, cuenta la historia del rey sumerio al que sólo le faltaba para parecerse a los dioses la vida eterna. Es lo que tienen el arte y la literatura, la posibilidad de alcanzar lo invisible, lo trascendente, lo mágico.

-¿Cuál es el secreto egipcio de Napoleón?

-En esta novela completo la historia. Es un libro de opuestos, el blanco y el negro, el bien y el mal, la arena y el limo, en la que Napoleón simboliza la muerte y la hermosa bailarina Nadia ben Rashid, por la que siente una gran atracción, simboliza el amor.

-Teruel está unido a unos amantes y a una batalla...

-Uno de mis proyectos literarios es precisamente un ensayo sobre el amor cortés del que serían exponentes los amantes de Teruel, en el siglo XIII, pero también Tristán e Isolda.

-¿Y la batalla de Teruel?

-No me atrevo por una cosa. La Guerra Vivil en España sigue siendo política. En el momento en que se convierta en historia, seguramente me interese por ella.

-¿Qué político actual resistiría a la ceremonia de la longevidad?

-Ya me gustaría verlos en esa tesitura. Cuando un faraón superaba los treinta años de mandato, tenía que superar una especie de olimpiadas en las que debería competir a muerte con un toro, tirar con un arco a una diana y participar en una carrera por un patio sagrado.

-Napoleón y Hitler, dos maneras de adueñarse del mundo...

-Napoleón es un conquistador ilustrado, Hitler un conquistador fanático. Napoleón lucha por un mundo mejor, Hitler por imponer su mundo. Cuando llega a Egipto en 1798, ordena imprimir octavillas en árabe y en francés en las que dice que es un enviado de Alá para salvar a Egipto de la ocupación otomana. No contó con que los egipcios no sabían leer.

-Dicen que la entrada de los turcos en la Primera Guerra alargó el conflicto.

-Las Cruzadas escenificaban un conflicto entre Oriente y Occidente que se repite en la Primera Guerra Mundial y la aparición del Estado Islámico. La misma guerra de las Cruzadas.

-¿Le gustan los títulos sencillos, impactantes?

-A mí no me va eso de El caballero de la armadura oxidada.

-O La insoportable levedad del ser...

-Vivimos la época del tuit.

-Tiene cientos de miles de lectores y acude a La noche en vela (Radio Nacional) o a Cuarto Milenio...

-Porque soy de Teruel. Antes que escritor soy persona. Antes que escritor soy comunicador. Me gusta comunicar, transmitir cosas. La imagen del escritor encerrado en su torre de marfil pertenece a la bohemia madrileña, eso es pasado.

-¿Y su afición por los templarios?

-Porque soy de Teruel. Fue una zona de expansión templaria. Fue el primer contacto de Occidente con Oriente. El arco ojival que asocian con el arranque del gótico forma parte de la arquitectura musulmana.

-¿Napoleón también vivió su huida de Egipto?

-Igual que se encerró en la gran Pirámide, el principal monumento, el más alto hasta la torre Eiffel, también pasó una noche en Nazareth, la patria de Jesús.

-¿Historias reales?

-Mis novelas tratan de rellenar las lagunas que dejan los historiadores. Ellos no pueden entrar en la psicología de los personajes. Soy un rellenador de los agujeros negros de la historia. Un encofrador.

-¿Qué fascina de Egipto?

-En Egipto está el origen de todo. Todos somos Egipto. Es como encontrarte con tu madre después de muchos años sin verla.

-Es curioso el paralelismo entre Osiris y Jesús...

-Los dos nacen un 25 de diciembre. Aparecen en el firmamento por una estrella. Mueren asesinados por alguien de su confianza y resucitan al tercer día.

-¿Ha ido a la pirámide?

-Allí presenté mi novela y me impresionó verlas vacías de turistas.

-¿Hay que ir a Egipto?

-Es el mejor momento. Nunca hubo más seguridad y menos turistas.

-¿Autores de cabecera?

-Umberto Eco, el primer Pérez-Reverte y Juan Eslava Galán. Creo que España está siendo injusta con Eslava, debería estar ya en la Academia de la Lengua.

-¿Nexos con Andalucía?

-Tengo el mapa de Andalucía en casa. Mi mujer cordobesa; mis hijos, malagueños; mi suegro, de Peal de Becerro, Jaén.

-Decía Manuel de Unciti en Teología en vaqueros que Dios era aragonés.

-Pues seguramente.

-¿Aragonés (el que ganó la Eurocopa) era Dios?

-Cualquier niño egipcio se sabe mejor que yo la alineación del Madrid.

-¿Y los Cinco Magníficos?

-Lo que me interesa del fútbol es su relación con la masonería. Sus reglas se aprobaron en un pub masónico. En el escudo del Recreativo de Huelva está el triángulo masónico.

-¿Pasaría una noche en el Valle de los Caídos?

-¿Por qué no?

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios