Ritxar Bacete González, Antropólogo, trabajador social y escritor

"El machismo está en extinción"

Ritxar Bacete González.

Ritxar Bacete González.

-Nuevos hombres buenos. La masculinidad en la era del feminismo (Península). ¿Este libro tiene género?

-Este libro pretende conectar con la esperanza, con la idea de que no todo es negativo en los hombres y que por el contrario, del mismo modo que en determinados momentos somos parte del problema, como ocurre con las violencias machistas, también podemos ser parte de la solución, sumándonos al cambio que han liderado las mujeres en su propio proceso de emancipación. Es un libro para todos.

Diana Quer seguiría viva si a su asesino le hubieran enseñado a respetar a las mujeres como iguales"

-¿Cuáles son las pautas para conseguir ese cambio?

-Son más sencillas de lo que pensamos ya que aprendemos haciendo, con el ensayo-error. Tenemos que cuidar más, y eso sólo se consigue estando atentos, priorizando los cuidados y, sobre todo, dedicando tiempo a las tareas domésticas, al cuidado de nuestros mayores, de nuestras criaturas, o de nosotros mismos. Somos aquello que hacemos llevando a cabo acciones bondadosas y pacíficas nos transformamos en hombres buenos.

-Usted habla en su libro de la construcción cultural de hombres y mujeres.

-Sí. Ser hombre, como ser mujer más allá del hecho biológico, es una construcción cultural. Como señalara tan acertadamente Simone de Beauvoir, no se nace mujer sino que se hace a lo largo de la experiencia vital y la socialización. Lo mismo ocurre con los hombres, que no nacemos competitivos, agresivos o alejados de los cuidados, sino que se nos construye de esta manera.

-¿Es la sociedad la que limita a hombres y mujeres?

-Bueno, si a una niña le repetimos hasta la saciedad que es dulce, bella o cuidadora, terminará siéndolo, no pudiendo desarrollar otras capacidades humanas que consideramos como masculinas e impropias de las niñas. Y los varones, a quienes también etiquetamos de forma muchas veces inconsciente, como brutos, activos o descuidados, no dejando que desarrollen todo su potencial como seres sensibles y afectivos que también son. La buena noticia es que del mismo modo en que se nos entrena para sobredimensionar unas facetas humanas que la sociedad considera como masculinas y deseables para los hombres, podemos completar nuestra humanidad desarrollando la ternura, los cuidados, la empatía o la compasión.

-La educación es la base de todo.

-Efectivamente, la educación, o todo lo que se nos dice, impone o recuerda insistentemente desde que nacemos. Es por ello que tenemos que prestar mucha atención a las historias que contamos tanto a los niños como a las niñas, ya que las consecuencias de la carga sexista de lo que decimos y esperamos son trascendentales para su futuro, pero sobre todo para erradicar fenómenos tan tóxicos y dolorosos como la violencia contra las mujeres. Estoy convencido de que Diana Quer seguiría viva si a su asesino le hubieran enseñado a valorar a las mujeres, a respetarlas como iguales y a no sentirse legitimado a utilizar la violencia.

-¿Está nuestro país preparado para el cambio?

-Este país no sólo está preparado para el cambio, sino que lo está viviendo de una forma imparable. La equidad y el feminismo están estrechamente ligados a la democracia, por lo que no habrá democracia sin igualdad de género, pero tampoco será posible una verdadera equidad sin la implicación de los hombres. Hay que tener en cuenta que los países nórdicos o aquellos que tomamos como referentes en materia de igualdad, no lo eran tanto hace tan sólo unas décadas. En España, aunque queda mucho camino por recorrer, hemos dado pasos de gigante en este sentido. Sigue habiendo resistencias al cambio, indudablemente, pero el machismo y los machistas están en extinción, y los hombres y la masculinidad en una profunda crisis que solo se resolverá con nuestra transformación hacia modelos más igualitarios y pacíficos.

-Las mujeres parece que estamos saliendo del túnel mientras los hombres entran.

-Las mujeres habéis protagonizado en las últimas décadas una transformación admirable que ha conseguido de forma exitosa transformar el mundo, hacerlo más habitable y democrático y ponernos a los hombres delante del espejo de la historia y de nuestras propias vidas. La liberación de las mujeres nos ha venido a liberar también a nosotros, por lo que lejos de entrar en otro túnel, nos han provocado una crisis de identidad, que cuando seamos capaces de resolver nos vamos a dar cuenta que es de esas crisis que son tan necesarias como positivas. Ha llegado el momento de crea nuevos modelos de masculinidad que estén a la altura tanto de las mujeres con las que convivimos, como de las circunstancias históricas que nos está tocando vivir.

-Usted tiene fuertes lazos con nuestra comunidad.

-Sí, tanto mi mujer como mi hija son jerezanas. Yo mismo me considero un hijo adoptivo de esta tierra. Éste es un libro en deuda con Jerez. Esta ciudad hace tiempo que se convirtió en un referente internacional de las políticas de igualdad dirigidas a implicar a los hombres. En la portada del libro aparecen los lunares como un guiño al flamenco y a lo largo del ensayo aparecen varios ejemplos que tienen a Jerez, su gente y sus costumbres como referencia.

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