Antonio del junco, fotógrafo

"Con la fotografía hay que parar el tiempo, cazarlo"

Antonio del Junco.

Antonio del Junco. / belén vargas

-La vida secreta de Sevilla¿Quedan secretos?

-Sevilla tiene los mismos secretos que cualquier ciudad andaluza, me atrevería a decir mediterránea; venimos de lo mismo, somos muy fenicios, muy griegos. Somos personas muy abiertas aparentemente al exterior, pero a la vez toda nuestra felicidad se esconde detrás de un arco, como dijo Cernuda. Nos gustan las cancelas y los patios interiores.

Los sueños de los alcaldes cambian las ciudades, a veces son necesarias las alcaldadas"

-En el libro se tarda 14 páginas en llegar a Murillo.

-Esa estética está en nuestra mirada, nos criamos de niños con Murillo. Sevilla es la única ciudad del mundo donde sigue vigente el Barroco como estilo vital, arquitectónico, pictórico.

-El libro lo traduce al inglés Andrew V. Taylor...

-Es un británico casado con una española. Mi hija, que vive en Alemania o un amigo americano dicen que lo ha traducido a un inglés muy bello y literario.

-¿El fotógrafo confía más en la luz o en la sombra?

-La vida no es sólo luz y color. Hay muchos reveses de la fortuna. El dolor nos ayuda a apreciar la felicidad y la alegría. No hay luces sin sombras.

-La vida y la muerte, como su imagen del toreo como una partida de ajedrez entre las blancas del torero y las negras del toro...

-Estoy haciendo un libro sobre eso, pero los taurinos que conozco no me dejan titularlo Jaque Mate.

-¿Fue difícil retratar a Morante de la Puebla?

-Es un hombre muy cabal con un humor muy inteligente y mucha serenidad. Me dejó trabajar, lo que es mucho porque muchas veces parece que los fotógrafos estorbamos.

-¿Son compatibles los secretos y el bus turístico?

-El libro no habría sido posible sin la ayuda de Enrique Ybarra, de City Sightseeing. Estanislao Ybarra me llevó a Morante.

-Cumple los 60 con calle y libro. ¿Qué llega más?

-Yo creo que la calle.

-¿Un libro que le hayan regalado los Reyes?

-La Historia de la Belleza de Umberto Eco. Este año les he pedido la biografía de Beethoven de Jan Swafford. En Beethoven hay tres etapas: el joven, el hombre y el dios, que es cuando se queda sordo y mejor compone. El cuarto movimiento de la Novena es el sonido del cielo.

-¿Los sueños de los alcaldes cambian las ciudades, como escribe?

-A veces son necesarias las alcaldadas, aunque no las entiendan tus contemporáneos. Fernando III, cuando tiró la mezquita aljama, dejó el minarete y el patio de abluciones entre grandes protestas. Gracias a eso tenemos el patio de los Naranjos y la Giralda.

-Su cita de la fotografía, "la leve dulzura de un cazamariposas", recuerda a Nabokov...

-Nada está quieto, pero tienes que congelarlo. La fotografía congela el tiempo para evocarlo. Tienes que pararlo, cazarlo. No es el cine, que te lo da movido, masticado, soñado.

-¿Por qué a los palacios les llaman casas?

-Es verdad: Dueñas, Pilatos, Pinelo, la Casa Guardiola. Porque son palacios pero están habitados. Cuando estudiaba Arquitectura, ayudé a José Ramón Sierra en su tesis doctoral sobre casas de la Alameda del siglo XVI. Dimos con casas que tenían fachadas muy pobres con jardines maravillosos. La única casa a la que le dicen Palacio es la del obispo.

-¿Cómo era la luz del ciego Borges?

-Como no era ciego de nacimiento, le quedaba la añoranza de cuando conoció Sevilla y se enamoró de la ciudad y de los poetas del 98. Una luz llena de ensoñación que filtra con la memoria que quita lo malo y deja lo bueno.

-Habla de Hugh Thomas. Uno de los muchos hispanistas británicos que descubre España por Andalucía: Brenan, Preston, Raymond Carr, Gibson... ¿Del Norte buscan el Sur?

-Todos coinciden en que aquí no somos conscientes de la felicidad que otorga la luz. Tienen unas casas maravillosas acondicionadas para el frío, pero están más a gusto aquí tomando una cerveza en la calle.

-En las citas, el rockero Silvio aparece detrás de la duquesa de Alba. ¿Lo escucharía alguna vez?

-En su etapa hippy, seguro.

-¿Escribe el fotógrafo?

-He hecho el libro que me hubiera gustado encontrar en las librerías. Cuando hice el capítulo de los colores de Sevilla, decidí que el libro iba a ser en blanco y negro. Admiro mucho a los publicistas que trabajan con perfumes. Evocan el lujo, el amor, la libertad con algo que no es palpable. El color está en las palabras. No hace falta.

-¿Sobre qué otras ciudades haría un libro?

-Tengo uno sobre Venecia y voy a hacer otro sobre Lisboa. París me enamora, pero no veo un libro sobre París. Ya está hecho.

-¿La fotografía es prosa o poesía?

-Admite todos los estilos narrativos, pero yo prefiero la poesía para mostrar lo que la gente ve, pero no sabe que lo está viendo. La poesía es señalar con el dedo la belleza.

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