Entrevistas

"Tengo más de Ulises que de Penélope, soy un ser en tránsito"

-Paul Auster dice que un hotel es la promesa de un mundo mejor. ¿Siente eso siempre entre hoteles y aeropuertos?

-Soy un ser en tránsito, me gusta la sensación de itinerancia. Disfruto más con lo que me espera que con lo que dejé. Soy como Ulises.

-¿Más que Penélope?

-No puedo estar bordando todos los días, tejiendo y destejiendo.

-Adelita Domingo siempre la menciona entre las alumnas de su escuela de tonadilleras...

-Fue mi liberación. Yo soy la pequeña de cuatro hermanos y hasta los siete años no fui al colegio. Fue un golpe tremendo dejar la libertad de mi casa, la libertad de mi imaginación para meterme entre cuatro paredes oscuras y brutales. Para mí era una liberación cuando mi hermana Mayte me recogía y me llevaba a la academia de Adelita Domingo. Los colegios eran entonces pequeños campos de concentración.

-Hoy hay elecciones en Andalucía y en Asturias. ¿Con qué tierra tiene más vínculos?

-Soy una mezcolanza. Por eso me gusta tanto viajar, porque siempre me siento como en casa. Nací en Madrid, cuando tenía seis meses nos vinimos a Sevilla, mis abuelos eran asturianos y mis dos hermanos se casaron con gallegas porque nos fuimos a Galicia.

-Es andaluza de crianza...

-Figúrate. En Sevilla descubrí una ciudad donde cantar y bailar en la calle era lo más natural del mundo, donde veías las procesiones desde el balcón de mi casa.

-¿Su familia siempre de gira?

-Mi padre fue un aventurero. Nunca tuvo miedo, y eso lo heredé yo. Cada nuevo trabajo suponía para él una aventura y eso se lo contagiaba a toda la familia.

-¿Cuándo dejó esta tierra?

-Nunca he dejado de sentirme andaluza. Con nueve años nos vamos a Madrid, un invierno durísimo, y después cinco años en Lugo. En el colegio se metían conmigo por mi acento andaluz. Me ponía mis trajes de flamenca.

-He venido tarareando Juntos y la canción tiene treinta años...

-Es lo que tiene la música de universal. Hemos hecho un arreglo especial de Juntos para mi nuevo disco donde se pasa de la melodía de entonces al ritmo de hoy. Antes las cosas permanecían, el tiempo era mucho más lento. Ahora ha crecido de forma exponencial. Por eso se recurre tanto a canciones de aquella época, porque forman parte de un tiempo.

-¿Es posible tomarse un bocadillo juntos?

-La canción llama a la rebeldía, saltarse los semáforos. Tomar un bocadillo o leer el periódico juntos es un canto a las pequeñas cosas en esta sociedad ahíta.

-Mañana se presenta en Sevilla un libro de Rafael de León...

-Soy una enamorada de la copla. En el repertorio de Concha Piquer, en dos palabras te contaba una historia. O Juanita Reina: La veredita verde, no cría hierba.

-¿Qué tiene de americana?

-América son las alas de España. Tenemos la cabeza en Europa y el corazón en América. Por una parte un continente aquí al lado, con una dependencia comercial y con el que nos une casi nada; por otro, un continente que está lejísimos, pero nos ama y habla nuestro idioma.

-¿Añora a la Dulcinea de El hombre de la Mancha?

-Siempre miro al futuro, pero fue una experiencia maravillosa. Con Pepe Sacristán, resucitamos el musical en la Gran Vía. Ahora voy a volver a My Fair Lady, mi personaje favorito.

-En ese género coincidió con Paco Valladares...

-Era Toddy en Víctor o Victoria. Era un gran vividor en el sentido de que no he conocido a nadie que disfrutara tanto con la vida. Le encantaba salir, siempre coincidíamos en los estrenos.

-¿Qué es Amolap?

-Paloma al revés. Es darle la vuelta a tantos años de trabajo. Suena a amor, a música, a libertad.

-Hablando de años, ¿ha leído El tiempo entre costuras?

-Tiene mucho que ver conmigo. Yo distingo entre mi cara externa y mi intimidad. Hay gente que piensa que sólo importa lo que sobresale. En ese sí soy Penélope, cada puntada es importante. Disfruto del tiempo entre costuras, entre giras, entre conciertos.

-¿Se equivocó la Paloma?

-Hasta mis aciertos son equivocaciones. Pobre de la persona que no se equivoca.

-¿Cómo es su primavera?

-Iremos con el nuevo disco a Santo Domingo y a Puerto Rico. Y después empezaremos los ensayos de My Fair Lady, que estrenamos en junio en Tenerife.

-¿Habrá memorias?

-Estoy escribiendo una historia de mi vida hasta que empiezo a ser famosa. Eso no me interesa porque lo sabe todo el mundo. Se titularía La niña que bailaba vestida bajo la lluvia. Si la termino, que tengo tendencia a no acabar casi nada, se la pasaría a mi sobrino Fernando para que le echara un vistazo. Estuvo de periodista en los periódicos del Grupo Joly y es un magnífico novelista.

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