Enfoque BBVA

Al calor de un hogar

  • Llevaban muchos años repartiendo un café entre los 'sin techo' y acompañando a mujeres maltratadas. Hace diez años, estas personas decidieron unirse y formar una asociación que hoy cuenta con dos casas de acogida, gran número de asistidos y mucha labor por delante.

Nunca antes había colaborado en un proyecto humanitario. Es la primera vez que Estrella González, directora comercial de BBVA en Granada, participa en una actividad de estas características que le ha aportado "una enorme satisfacción". Con su implicación en Territorios Solidarios, ha podido contribuir al sostenimiento de dos casas de acogida de la Asociación Calor y café, donde viven niños y niñas, hombres y mujeres cuando las circunstancias les impiden hacerlo en su propio hogar.

Esta institución nació en 2004, gracias a la sensibilidad de un grupo de personas, preocupados por la situación del colectivo "sin hogar" de Granada y que llevaban más de diez años realizando diversas acciones a título particular entre quienes necesitaban ayuda en la calle.

La necesidad de organizarse para optimizar las ayudas y organizarlas de un modo más efectivo (con la colaboración de un constructor que donó la reforma de las actuales instalaciones, según puntualizan en la asociación), dio lugar a la apertura de la sede.

Aquí, cuentan, "ayudamos a cuantas personas se acercan a nuestros locales en demanda de cualquier tipo de ayudas, y siempre bajo la cobertura de 'un café' acompañado del 'calor humano' que nuestros voluntarios han sabido imprimir en las diversas actividades que se realizan".

Calor y café dispone de dos pisos de acogida, uno para hombres y otro para mujeres. Para Ana Sánchez Montoro, presidenta de la asociación, son "residencias transitorias hasta que los inquilimos reciben sus primeros emolumentos de trabajo, o en el caso de mujeres maltratadas o familias desectructuradas, hasta que consiguen un alojamiento estable".

A diario reparten más de cien meriendas entre usuarios que lo solicitan, sin requisito previo ni pago alguno, y mantienen más de 20 entrevistas personales cada día tratando de conocer para solucionar, los múltiples y variados problemas que les aquejan. También, "lavamos la ropa de los usuarios, alcanzando la cantidad de 1.450 lavadoras anuales, y reponemos calzado, calcetines, ropa interior y ropa exterior de los que aparecen maltrechos o en condiciones deplorables", explica la directora.

La lista de acciones que realiza esta asociación es interminable: reparten alrededor de 250 sacos de dormir y 75 mantas en los meses de mayor frío entre las personas más necesitadas, distribuyen quincenalmente alimentos a más de 90 familias necesitadas, procedentes del Banco de Alimentos, FEGA y adquiridos con fondos de la propia asociación. Además, acompañan a sus benefiarios a hospitales, entidades y servicios públicos con el fin de regularizar situaciones y documentaciones, entre otras muchas labores.

Por ello, parece que toda la ayuda que se pueda aportar no es suficiente para tanta cobertura, y ante tanta necesidad, más aún teniendo en cuenta que la mano de la generosidad siempre está abierta en Calor y café. Así lo explica Estrella: "no tienen un número definido de beneficiarios. La asociación no niega ayuda alimentaria a nadie, colaborando en lo que pueden y ofreciendo alternativas a otras organizaciones gubernamentales, a las que ayudan donde a aquéllas les resulta imposible llegar". Por ello, esta madrina de BBVA reclama una mayor colaboración con esta entidad. "Ya son muchas las personas en España que han recibido ayuda alimentaria, apoyo psicológico o han encontrado trabajo gracias a la labor diaria de Calor y café".

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