El camino hacia un acuerdo nacional en el sector de la estiba quedó ayer más despejado tras la celebración de las asambleas de la patronal Anesco y el sindicato Coordinadora en las que ambas entidades ratificaron su voluntad de continuar adelante con la negociación sobre la aplicación laboral de la reforma tras alcanzarse, en la noche del lunes, un principio de acuerdo.

La viabilidad del proceso de diálogo dependía ayer en gran medida de la reunión de la patronal, dado que en su orden del día Anesco planteaba un cambio en los estatutos para dejar de ejercer la representación de las empresas estibadoras en la negociación colectiva.

Los empresarios, tras tres horas de asamblea para debatir este único punto, acordaron mantener esta potestad y evitaron su ruptura como interlocutor único. Ello facilita que el preacuerdo logrado el lunes con los sindicatos pueda fructificar a partir de ahora en un acuerdo definitivo en la reunión prevista para la próxima semana, el jueves 1 de junio, y que se cierre así el conflicto abierto en el sector desde el pasado febrero. De lo contrario, los acuerdos sobre la aplicación laboral de la reforma hubieran tenido que negociarse puerto a puerto o empresa a empresa, dificultando el consenso y una aplicación homogénea en el país.

El preacuerdo del lunes da pie a una negociación que girará en torno a la subrogación laboral de los estibadores ante la desaparición de las actuales sagep a cambio de una rebaja salarial del 10% para los portuarios con mayor salario. Las líneas maestras de este preacuerdo se perfilaron entre la patronal y los sindicatos durante la negociación de marzo con el presidente del Consejo Económico y Social, Marcos Peña, si bien no todas las condiciones fueron aceptadas por el Gobierno. El Ejecutivo rechazó entonces asumir en su paquete de ayudas las diferencias salariales entre los estibadores actuales y los contratados en el mercado libre.

En la asamblea del sindicato Coordinadora la central -con más de 200 delegados de todo el país concentrados en Madrid- acordó igualmente seguir adelante y concedió un amplio respaldo a la labor de su coordinador general, Antolín Goya. "Vamos con intención de cerrar el acuerdo el jueves o el viernes a más tardar", aseguró Goya. "Parece que esto coge un camino menos complicado", indicó el dirigente del sindicato en rueda de prensa tras la asamblea.

Los sindicatos trabajarán en dos ámbitos: la negociación con la patronal para cerrar el acuerdo sectorial que permita anular todas las huelgas y "garantizar la estabilidad del sector y los puertos" junto con la aprobación del desarrollo normativo de decreto ley de reforma el sector aprobado por el Gobierno y el Congreso.

Con el fin de trabajar y avanzar en estos dos aspectos en un "ambiente de normalidad", los sindicatos ya acordaron el lunes -y ratificaron ayer- suspender las cinco jornadas de huelga previstas para esta semana y la que viene, los días 24, 26, 29 y 31 de mayo, y 2 de junio. La anulación de los tres restantes (5, 7 y 9 de junio) tendrá lugar tras el acuerdo que se espera lograr el 1 de junio.

La situación de partida de la negociación se basa en que las empresas se comprometen a garantizar el empleo de los 6.156 estibadores que trabajan en los puertos de toda España. Como contraprestación, los trabajadores aceptan bajarse un 10% el sueldo para los mayores salarios y negociar medidas de flexibilidad que mejoren la competitividad de los puertos. La rebaja salarial se aplicará en aquellos trabajadores que perciban más de 2.230 euros mensuales, importe equivalente a tres veces el salario mínimo interprofesional más un 5% .

Los estibadores también participarán en la formación de los futuros trabajadores mediante la organización de las prácticas profesionales que será preciso realizar para acceder a la profesión. Además, asumen que tras la subrogación de plantillas habrá que ajustarlas, en una cuantía aún no determinada, a través de prejubilaciones voluntarias que cuentan con el respaldo del Gobierno, con 120 millones de euros en ayudas comprometidos para este fin).