La economía andaluza se comportó mejor de lo esperado en el tercer trimestre y no se ha producido la desaceleración que se atisbaba en los meses anteriores. Creció un 0,6% (casi un 0,7%, según afirmó Manuel Hidalgo, profesor de la Universidad Pablo de Olavide) entre julio y septiembre, lo mismo que en el periodo inmediatamente anterior, cuando se preveía un ligero retroceso. El Indicador Sintético de Actividad para Andalucía del Observatorio Económico de Andalucía (IOEA) detecta además que el cuarto trimestre se está comportando incluso mejor, con un ritmo de avance del 0,7%, lo que lleva al Observatorio a elevar tres décimas su previsión anterior para todo el año, hasta el 3% en el conjunto de 2016.

Que el ritmo económico no baje en el tercer trimestre se debe a varios factores, pero el principal es el consumo familiar, que se ha beneficiado de un comportamiento del empleo "especialmente positivo" para Andalucía, que contrasta con una primera mitad de año no demasiado buena. En parte ello se debe a que la ocupación en el sector público repunta, y de hecho la EPA afirma que del incremento de la ocupación en este periodo en la región, del 3%, 1,3 puntos porcentuales son atribuibles al empleo público. También la inversión frena su tendencia al retroceso, la industria manufacturera se recupera y la construcción continúa su mejoría, aunque aún muy lejos del nivel precrisis. Por el contrario, la industria energética sigue cayendo y el sector exterior aporta menos al PIB, no tanto por las exportaciones, que siguen bien, como por el aumento de la importación.

Hay datos que no son tan positivos. Por ejemplo, el crecimiento interanual en el tercer trimestre es del 2,7%, tres décimas menos que en el segundo, lo que se debe a que se recoge el efecto del mal inicio del año. Tampoco parece Andalucía converger con España, pues el conjunto del país crece un 0,7% entre julio y septiembre (una décimas más) y la previsión de los analistas es que lo haga un 3,3% en 2016 (tres más). Para el año que viene, el OEA prevé que la región se desacelere y crezca el 2,2%, sobre todo por el fin de los vientos de cola (bajo precio del petróleo, estímulos del BCE) y la incertidumbre reinante (Brexit, victoria de Trump, etc.). Esta predicción contrasta con la del BBVA, que el miércoles predijo que Andalucía crecerá un 2,6%. Según afirmó Fracisco Ferraro, presidente del OEA, la proyección del banco tiene en cuenta un mayor gasto público (la Junta prevé un aumento de su presupuesto del 6,2%) que él cree que no se producirá, por la necesidad de cumplir con los compromisos con Europa.