Economía

El déficit comercial de Andalucía se eleva más de un 42% hasta septiembre

  • El saldo negativo de los nueve primeros meses del año rozó los 6.000 millones de euros, debido al tirón de las importaciones · La fortaleza del euro jugó en contra de las exportaciones, que cayeron un 2%

La fortaleza del euro y el encarecimiento de los productos energéticos, como consecuencia de la subida del petróleo, continúan haciendo estragos en la balanza comercial andaluza, que cerró septiembre con un déficit de 5.887,5 millones de euros. De acuerdo con los datos del Icex y de la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio, ese saldo negativo superó en un 42,6 por ciento el registrado durante el mismo periodo del año anterior y su ritmo de crecimiento fue ocho veces mayor que el mantenido a nivel nacional -ver tabla adjunta-.

El motivo fundamental por el que los intercambios comerciales de Andalucía con el extranjero resultaron tan desfavorables estriba en que el valor de sus exportaciones se situó por debajo del que arrojaron las importaciones, con 11.560,5 millones de euros frente a 17.448. A ello hay que unir que, mientras las primeras experimentaron un retroceso del 2 por ciento, las segundas mejoraron casi un 10.

La solidez del euro ante el dólar le ha restado atractivo internacional a los productos que cotizan en la moneda comunitaria y, a su vez, es un incentivo para la compra de artículos cuyos precios vienen denominados en el billete verde. De hecho, los capítulos de mayor envergadura en las importaciones de la comunidad andaluza (productos energéticos, materias primas...) se pagan en dólares. Pese a esto, el avance de las compras de la región en el exterior se han ido ralentizando en comparación con septiembre de 2006, cuando repuntaron más de un 24 por ciento. Precisamente, esa circunstancia ha contribuido también a que se frene el crecimiento del déficit, que en la fecha antes señalada se multiplicó por dos.

Por productos, Andalucía cumplió en los nueve primeros meses del ejercicio con la tradición de que las frutas y las hortalizas fuera el principal capítulo exportador, con 2.302,4 millones de euros. A continuación se colocaron las materias primas y semimanufacturas (1.945,2 millones), tecnología industrial (1.475,7), industria auxiliar mecánica y de la construcción (1.443,2) y grasas y aceites (1.009,1). Por el lado de las importaciones destacaron, sobre todo, los productos vinculados al medio ambiente y la energía (7.274,2 millones de euros).

En cuanto a la distribución por países, los principales clientes de la región fueron Francia, Italia, Alemania, Portugal, Reino Unido, Países Bajos, Estados Unidos, México y Marruecos. Por el contrario, el grupo de proveedores con mayor penetración fueron Nigeria, Argelia, Rusia y Arabia Saudita, todos ellos consagrados exportadores de productos energéticos y de materias primas.

En comparación con el comportamiento seguido por la balanza comercial del conjunto de España, la andaluza salió bastante peor parada. Y es que las exportaciones crecieron a nivel nacional un 7,2 por ciento -en Andalucía cayeron un 2-, las importaciones lo hicieron un 7,3 -frente al 9,9 por ciento de la región- y el déficit empeoró en el último año un 5,1 por ciento, cuando en la comunidad andaluza lo hizo un 42,6.

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