antonio ramón guinea. presidente de la confederación hidrográfica del guadalquivir

"La aportación de agua a los embalses desde el otoño es la segunda más baja en 25 años"

  • El organismo que preside ha solicitado al Gobierno el decreto de sequía, al que seguirán beneficios fiscales para los agricultores

  • Pese a la situación, el abastecimiento humano está garantizado

Antonio Ramón Guinea, el pasado martes en la sede de la CHG. / BELÉN VARGAS

Antonio Ramón Guinea, el pasado martes en la sede de la CHG. / BELÉN VARGAS

-Empezamos por lo más urgente. ¿Cuál es la situación actual?

-Está lloviendo todavía muy poco y los embalses prácticamente no se han enterado. Desde que comenzó el año hidrológico, en octubre, el volumen de las aportaciones a los embalses de la cuenca ha sido de 194 hectómetros cúbicos, el segundo valor más bajo registrado durante los últimos veinticinco años. Sin embargo, por las evaporaciones o los desembalses, el volumen total de la cuenca ha disminuido en 31.

-¿Cuánto tendrían que llenarse los embalses para llegar al menos a un punto de tranquilidad?

-Tendrían que entrar entre 800 y 1.000 hectómetros cúbicos. Y eso para tener un año normalito, pero sin ninguna tranquilidad para el futuro. Para eso, tendría que entrar mucho más.

-Tradúzcalo en lluvias.

-Traducirlo en lluvias es prácticamente imposible. Depende mucho de cómo llueva. En los últimos cuatro o cinco años llueve un 20% menos que la media pero la aportación a los embalses es la mitad. Llueve en episodios sueltos y no da tiempo a que el suelo húmedo empiece a soltar el agua para que corra por los cauces. Necesitamos varios episodios lluviosos en las próximas semanas de forma continuada.

-La CHG acaba de solicitar al Gobierno el decreto de sequía. ¿Cuáles son los plazos ahora?

-Los plazos se me escapan. Ya se hizo la solicitud formal y ahora corresponde al Gobierno aprobarlo. La intención de la Dirección General del Agua es lanzarlo cuanto antes, porque detrás de él vendrá un decreto ley en el que podrá haber exenciones económicas o moratorias de pagos a la Seguridad Social. Los plazos deben ser breves porque dentro de unos meses empieza la campaña de riego. Los abastecimientos, salvo algún caso puntual, los tenemos tranquilos. El regadío está muy comprometido, porque maneja volúmenes mucho más altos.

"El volumen ha caído en 31 hectómetros cúbicos desde el otoño y necesitamos sumar al menos 800 ó 1.000"

-¿Acomete el decreto de sequía medidas concretas? ¿Qué zonas son las más urgentes para actuar por su vulnerabilidad?

-El decreto no detalla nada en ese sentido. Lo que hace es abrir una serie de posibilidades administrativas que en otro contexto habría que habilitar de una forma más compleja. En el regadío no hay medidas concretas que sean útiles, salvo programar muy bien. Ya hemos tenido dos reuniones y tendremos otra tercera este mes, coincidiendo con la toma de decisiones por parte del productor. Luego, cuando pongamos el agua a la puerta de cada zona, serán ellos los que hagan su distribución.

-O sea, que la medida principal es el ajuste interno.

-Sí, pero primero vamos a hacer un ajuste entre zonas, que es lo que nos corresponde. Vamos a ver cuáles son los embalses mejor dotados y qué zonas pueden abastecer sin grandes pérdidas en el recorrido. Eso sí es parte nuestra.

Antonio Ramón Guinea Antonio Ramón Guinea

Antonio Ramón Guinea / belén vargas

-La Junta reclama que el decreto ley de beneficios fiscales también englobe a las cuencas que gestiona, como la Mediterránea, que tiene también muchas dificultades. Sé que no es su competencia, pero, ¿podría el Gobierno tomar esta medida?

-Sé, porque estaba en la última reunión del Consejo Nacional del Agua, que la ministra [Isabel García Tejerina] estuvo muy sensible a recoger todos lo casos. Incluso la Junta planteó que los regantes que este año no hubieran llegado a un porcentaje de la dotación tuvieran alguna ventaja. Todo está por ver, pero hay una sensibilidad grande.

-Dicen los regantes que sin la construcción de Breña II y Arenoso, en Córdoba, habrían sufrido restricciones mucho antes.

-Estoy totalmente de acuerdo. Entre los dos suman el 10% de la disponibilidad total de agua. Hablamos de 1.000 hectómetros cúbicos, casi una campaña entera. En Sevilla pasa lo mismo. La disponibilidad de Melonares hace que Sevilla esté en buena situación.

-Había voces que decían que la cuenca ya estaba muy saturada de embalses.

-Una gran parte de la cuenca está muy regulada, pero eso no quiere decir que no haya sitios interesantes para construir embalses con buenos resultados. O que no haya que mantenerlos, revisar los antiguos o construirlos de otra manera. Hay embalses contemplados en el plan hidrológico, como San Calixto en el Genil, Cerrada de la Puerta en Guadiana Menor y el recrecimiento de la presa del Agrio o construcción de una nueva.

"No podemos dejar que se rieguen miles de nuevas hectáreas; debe haber un control y una sensatez"

-¿Estamos hablando de aumentar en mucho la capacidad de la cuenca?

-Hablamos de 100 hectómetros cúbicos en Cerrada de la Puerta y de otros 100 en el Agrio. Las otras obras son más pequeñas. Pero ese poco más mejora mucho la regulación del conjunto. Un mayor volumen te permite pasar agua de un embalse a otro, porque tenemos embalses en cadena.

-¿Y esto no añade más presión al río? La demanda de nuevos riegos está ahí.

-No tiene por qué. Para eso está el sentido común. Estamos en un punto en que más que añadir nuevas cantidades debemos añadir garantías a lo que ya tenemos. No podemos dejar que se sigan regando miles de nuevas hectáreas, debe haber un control y una sensatez. Si puede haber alguna presión hay que matizarla.

-Basta leer la prensa local para ver que muchas comunidades quieren poner en regadío sus cultivos.

-La demanda existe. La hay en Córdoba, porque alegan que su olivar está menos regado que el de Jaén. Pero hay que ir con mucho tiento. No se puede decir que como aquí hay no sé cuánta agua, que sea para mí. La unidad de cuenca es algo muy serio.

-¿Qué pasó con el proyecto hidráulico para controlar el tapón salino del arroz? ¿Está muerto?

-Sigue en pie. Lo que ocurre es que es un proyecto muy complejo y de un importe alto. Está pendiente de la declaración de impacto ambiental. Los últimos informes que había que preparar están ya. Es un proyecto que no está parado.

-En algunos medios se ha publicado que el Tribunal de Cuentas va a revisar el gran número de pequeños contratos a dedo realizados durante el mandato de su predecesor [Guinea llegó al cargo en abril de 2017, sustituyendo a Manuel Romero]. ¿Tiene alguna opinión al respecto?

-Yo estaba entonces en un puesto técnico y además en otra zona [era ingeniero jefe de la CHG en Córdoba]. Lo del abuso es un poco relativo. La figura de la contratación por procedimiento negociado con publicidad estaba en la ley de contratos. Hasta donde yo sé, en la reentrada del Estado en la confederación, en 2012, nos encontramos con un organismo con muy poco presupuesto y el siguiente sin aprobar. Se lanzaron algunas cosas, como mantenimiento de presas, por la vía de urgencia. Hubo que hacer muchas acciones con rapidez porque había cosas que se habían abandonado.

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