Economía

De Guindos asume que la UE no decidirá si flexibiliza el límite de déficit hasta mayo

  • El ministro de Economía asegura no obstante que España cumplirá sus compromisos con Europa pese a que las "circunstancias hayan cambiado".

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha asumido este jueves que la Comisión Europea no tomará hasta mayo la decisión final sobre si relaja el objetivo de déficit, aunque, a su juicio, Bruselas entiende que "las circunstancias que llevaron a poner la cifra en el 4,4% ya no son las vigentes en este momento". "Creo que la decisión se tomará con el Programa de Estabilidad de España, que se presenta a finales de abril, y creo que tendremos decisión final en mayo al respecto", ha dicho De Guindos, después de recalcar el compromiso de España con la estabilidad fiscal ante el Eurogrupo.

Estos argumentos han sido esgrimidos por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su ministro de Economía en las sucesivas reuniones que han mantenido en la capital belga con sus correspondientes colegas europeos. Los encuentros se han producido un día antes de que el Consejo de Ministros apruebe un techo de gasto y cuadro macroeconómico para los Presupuestos del 2012, en cuya elaboración se había barajado la posibilidad de que las autoridades europeas aceptasen flexibilizar la cifra de déficit previsto para este año. No obstante, tras las reticencias expresadas por la Comisión Europea, a lo largo de los últimos días el Ejecutivo había reiterado que el calendario supone esperar hasta mayo para evaluar las nuevas circunstancias y las reformas aprobadas por España.

Esto lo ha confirmado De Guindos después de explicar en la reunión del Eurogrupo las razones de la desviación del déficit de 2011 -que fue de 8,51% frente al 6% previsto- así como los planes del Ejecutivo español para corregirla. "España cumplirá con la consolidación fiscal pero teniendo en cuenta que las circunstancias han cambiado", ha comunicado De Guindos a sus homólogos, con los que, según ha explicado, no ha tratado sobre ninguna cifra concreta, sino sobre "principios".

Más tarde, en el empeño de convencer a Bruselas de la seriedad su compromiso con el plan de estabilidad -que prevé bajar el déficit al 3% en 2013-, Rajoy ha explicado al resto de los líderes de la Unión Europea las políticas adoptadas para corregir el déficit y las que se van a aprobar en lo que queda de año. Les ha recordado la reciente aprobación de la reforma laboral, así como los planes para los Presupuestos Generales del Estado, que se presentarán el 30 de marzo pero cuyo techo de gasto y cuadro macroeconómico se aprueba mañana.

Aunque fuentes gubernamentales consultadas todavía no han querido aclarar si el techo de gasto tendrá en cuenta un déficit para 2012 del 4,4% o superior, sí han subrayado que el Ejecutivo pretende que se trate de unos presupuestos "que se cumplan" y "sean creíbles". Esta premisa es considerada esencial, ya que el gabinete de Rajoy cree que uno de los principales problemas de credibilidad de los gobiernos socialistas era precisamente la falta de cumplimiento de sus presupuestos. Para evitar este escenario el Ejecutivo ha recordado en reiteradas ocasiones que las circunstancias han cambiado dramáticamente desde que se concertó llegar a un 4,4% de déficit, ya que se calculaba que la economía española crecería un 2,3% en 2012, cuando ahora se espera una recesión del 1% del PIB.

En esta línea, el Gobierno aprobará este viernes un recorte que se añadirá a los 15.000 millones de euros que ya se previeron en diciembre. De cumplir el 4,4%, el recorte global tendría que ser de 40.000 millones de euros, lo que podría afectar a la recuperación económica y al crecimiento. En esta línea Rajoy también ha defendido la carta firmada por él y otros once lideres de la UE (entre los que no están la canciller alemana, Angela Merkel, ni el presidente francés, Nicolas Sarkozy), en la que se aboga por adoptar medidas para fomentar el crecimiento económico en paralelo a los planes de austeridad europeos.

Sobre la austeridad tratarán los líderes europeos este viernes con la aprobación del Pacto Fiscal, que incluye la llamada regla de oro para que los países introduzcan en sus textos constitucionales el compromiso con la estabilidad presupuestaria, aspecto en el que el Ejecutivo español se considera un alumno aventajado, dado que ya introdujo esa reforma su Constitución.

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