Economía

Bruselas lanza una nueva ofensiva para rebajar las llamadas de móvil

  • La CE pide un recorte de al menos el 65% en las tarifas de terminación móvil.

La Comisión Europea ha lanzado una nueva ofensiva para rebajar el precio de las llamadas de móvil. Tras haber forzado ya una reducción de las tarifas del 'roaming', el Ejecutivo comunitario pidió formalmente a los reguladores nacionales de telecomunicaciones que obliguen a los operadores a recortar al menos un 65% de aquí a 2012 las tarifas de terminación, los precios al por mayor que se aplican por conectar llamadas entre redes móviles.

De acuerdo con los cálculos de Bruselas, esta rebaja provocará una disminución de los beneficios de las operadoras de 4.000 millones de euros en los próximos tres años. Los que saldrán ganando serán los consumidores, que podrán ahorrar alrededor de 2.000 millones de euros, y también las compañías de telefonía fija, que tendrán un beneficio adicional de 2.000 millones.

Los planes de la Comisión han sido rechazados por la mayoría de los operadores y un gran número de Estados miembros, entre ellos España, que intentaron sin éxito convencer al Ejecutivo comunitario de que no regulara este sector a escala comunitaria y dejara la cuestión en manos de las autoridades nacionales de telecomunicaciones, como ocurre ahora.

En 2008, las tarifas de terminación móvil oscilaban entre los 2 céntimos de euro por minuto en Chipre y los 15 céntimos por minuto en Bulgaria. En España, esta tasa se situó en 7,94 céntimos, ligeramente por debajo de la media comunitaria (8,55 céntimos), según el Ejecutivo comunitario. Además, las tarifas de terminación en móvil son 10 veces más altas, de media, que las tarifas de terminación fija (que oscilan entre 0,57 céntimos y 1,13 céntimos).

Bruselas quiere que los reguladores nacionales fuercen una reducción de las tarifas de terminación móvil hasta situarlas entre 1,5 y 3 céntimos de euro, es decir, un recorte de al menos el 65%.

El Ejecutivo comunitario considera que el elevado nivel de las tarifas de terminación móvil impide a los operadores pequeños competir con los grandes. Además, las fuertes diferencias entre los Estados miembros "perjudican al mercado único y a la competitividad en Europa". La competencia no funciona correctamente, según Bruselas, porque se trata de un mercado monopolístico.

"La Comisión ha decidido intervenir para corregir estas distorsiones de competencia en el mercado único, que desincentivan la inversión en la conversión de las redes de telefonía fija en fibra óptica, y cuyas víctimas al final son los consumidores", dijo la comisaria de Sociedad de la Información, Viviane Reding.

El instrumento elegido por Bruselas para actuar en esta ocasión no es una norma vinculante sino únicamente una recomendación que los reguladores nacionales deberán "tener muy en cuenta" pero de la que podrán apartarse si lo justifican. 

La recomendación, que debe aplicarse de aquí a finales de 2012, indica que las tasas de terminación a nivel nacional deben basarse únicamente en los costes reales en los que incurre un operador eficiente para establecer la conexión y deben aplicarse a todas las compañías al mismo nivel. Para ello, Bruselas establece los factores de coste que todos los reguladores nacionales deben tener en cuenta a la hora de calcularlas. En "circunstancias excepcionales", la aplicación de la recomendación puede retrasarse hasta 2014.

La Comisión afirmó que los reguladores de telecomunicaciones de Francia, Italia o Rumanía ya están aplicando una metodología similar a la que propone Bruselas, En cambio, criticó a los reguladores de España, Bulgaria o Alemania por no forzar una reducción suficiente las tasas de terminación.

Reding se mostró convencida de que la nueva regulación resultará en una reducción de las facturas telefónicas para los consumidores. El Ejecutivo comunitario admite que podría haber una "reestructuración de precios" por parte de los operadores para recuperar en otros conceptos parte de lo que pierdan por la caída de las tasas de terminación. Pero considera "altamente improbable" que los consumidores europeos acaben pagando por recibir llamadas, como en Estados Unidos, porque las compañías que hagan esto perderían a sus clientes. 

El Ejecutivo comunitario considera que las fuertes diferencias entre las tarifas de terminación de la telefonía fija y de la telefonía móvil constituye una "subvención indirecta" que beneficia a los operadores de telefonía móvil con gran cuota de mercado en detrimento de los más pequeños y de las compañías de telefonía fija. Además, impiden que las compañías de telefonía fija puedan dedicar más fondos a inversiones esenciales, como las redes de fibra. 

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