El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra decidió ayer mantener los tipos de interés en el 5,25 por ciento. El comité se encontraba ante la disyuntiva de, por una parte, hacer frente a los riesgos derivados de las presiones inflacionistas y, por otro, intentar combatir los signos de ralentización del crecimiento económico del país.

El Índice de Precios al Consumo (IPC) descendió el pasado enero en el Reino Unido un 0,7 por ciento en relación con el mes anterior, pero repuntó un 2,2 por ciento en términos interanuales. El banco advirtió en su último informe trimestral que el IPC podría situarse por encima del 3 por ciento en breve si caen los tipos, mientras que con los actuales la previsión estaría por debajo del 2 por ciento en un horizonte a dos años.