El tejido económico sevillano pierde otro de sus referentes. El estallido de la crisis inmobiliaria y el cierre del grifo financiero se ha llevado por delante a la empresa de materiales de baño y construcción Arance La Ballena, que anunció esta semana a sus trabajadores que echa el cierre tras cuatro décadas de trayectoria, lo que supondrá el despido de toda la plantilla.

Según la documentación entregada a los trabajadores, Arance cuenta actualmente con 191 empleados repartidos en once centros de trabajo, situados en seis provincias andaluzas, Extremadura y Madrid.

Fuentes del comité de empresa indicaron que la empresa alega causas económicas para justificar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con carácter extintivo, y temen que sea el preludio de la presentación de un concurso de acreedores. Las mismas fuentes señalaron que la dirección ha optado por presentar un ERE para cada centro de trabajo, en vez de uno global para todo el grupo. Pese a que la empresa estaba al día en el abono de las nóminas, la medida no ha sorprendido a la plantilla, que ya sufrió un ERE temporal en junio de 2009, y otro ERE extintivo en 2010, que se tradujo en la salida de 39 trabajadores. Por su parte, la empresa no quiso realizar declaraciones.