Gracias a la agricultura, pero no sólo, Andalucía ha terminado el primer trimestre de 2017 con muy buenas cifras en lo que al mercado laboral se refiere, según la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística. Reduce el paro en 47.900 personas, la mejor cifra desde 2014, año marcado por una histórica campaña del olivar. Gracias a ello, el número de desempleados se sitúa en 1.072.400 y ya se avista, en términos EPA, la barrera psicológica del millón de parados, superada ya hace tiempo en lo que respecta al paro registrado.

Además, la ocupación se eleva en 63.100 personas, un registro histórico si se tiene en cuenta que es el mejor dato en un primer trimestre de la serie estadística, que comienza en 2002. Mejor, que ya es decir, que el de 2014, cuando se generaron 41.700 empleos. Esta vez, sin embargo, se han generado menos empleos que entonces en agricultura (36.600 este año frente a 62.000 en 2014) y el resto de sectores ha contribuido al rebote. En servicios hay 22.700 empleos más, 3.300 más en industria y 600 en construcción. Ello no debe obviar el hecho de que el 58% de los nuevos puestos de trabajo están en el sector agrario y estos están sujetos a una fuerte temporalidad. En cualquier caso, la región ya está en 2.908.400 ocupados y atisba aún de lejos los tres millones.

Tampoco los buenos datos en ocupación y paro deben ocultar que se está produciendo una ralentización del mercado laboral en la perspectiva anual. Andalucía rebaja el número de parados en 116.800 entre el primer trimestre de 2016 y el primero de 2017, una cifra inferior a los 169.900 del año anterior. El alza de ocupados en un año, además, no llega a las 100.000 (94.100) y está lejos de los 130.600 nuevos trabajadores del primer trimestre de 2016.

La tasa de paro, por su lado, se sitúa por debajo del 27% (concretamente, en el 26,94%) por primera vez desde el cuarto trimestre de 2009. En un año, este indicador baja casi tres puntos porcentuales (2,76, en concreto) y sólo en un trimestre 1,31 puntos. Pese a ello, la tasa sigue muy alta y el diferencial con España es de 8,2 puntos. Ayer se supo, por otro lado, que la región fue la cuarta comunidad de la Unión Europea con la tasa de paro más alta en 2016, con el 28,9%. Eurostat, la oficina de estadística europea, cuenta a Melilla como la líder en paro, con el 30,8%. En el primer trimestre de 2017 Andalucía es superada, además de por Melilla, por Extremadura (29,23%).

Bajando al detalle podemos encontrar alguna causa más del espectacular aumento de la ocupación, aparte de la agricultura. Así, a diferencia de España se incrementan los asalariados del sector público en 14.300 personas (el empleo en los servicios públicos sube en 20.600 en total), la mayoría de ellos, 10.800, con carácter indefinido. La región aparece pues como impulsora del empleo público en un contexto en el que a nivel nacional se destruyeron 12.300 empleos en este sector en el primer trimestre. Esta mejoría en los servicios públicos compensó en parte la fuerte caída en el comercio (-24.700), que sufre la resaca de la campaña navideña.

Frente a los buenos datos andaluces, en España el número de ocupados se redujo en 69.800 personas, hasta 18.438.300. Por su parte, el número de desempleados aumentó en 17.200 personas, hasta los 4.255.000, y la tasa de paro se elevó 12 centésimas, hasta situarse en el 18,75% de la población activa.

El mercado laboral cuenta con una población activa que se ha ido reduciendo trimestre a trimestre en los últimos cinco años hasta situarse en 22.693.300 personas tras caer en 52.600 en el último trimestre. La tasa de actividad (58,78 %), porcentaje de la población que trabaja o busca trabajo respecto al total, está en el nivel más bajo desde 2006.