El fútbol es el deporte profesional de equipo en el que se producen un mayor número de lesiones, si bien la mayoría no reviste gravedad.

En el Sporting de Huelva desafortunadamente se ha producido en el último mes una cadena de lesiones que ha dejado muy mermada a la plantilla y que ha podido restar fuerza a la hora de luchar por mayores objetivos como la clasificación para la Copa.

La primera en despedirse de la temporada fue la melillense Lorena, con una fractura del peroné. Había llegado en los meses de invierno cargada de ilusión y a pesar de su juventud e inexperiencia en la categoría poco a poco fue teniendo oportunidades, pero la lesión le ha impedido seguir su trayectoria ascendiente.

María Martín, una excelente lateral, titular para Antonio Toledo e incluso la autora del gol que supuso la permanencia la temporada pasada, es el claro ejemplo de la mala fortuna en el apartado de lesiones. Tras recuperarse de una tendiditis que le tuvo apartada de los terrenos de juego durante varios meses, volvía a las convocatorias cargada de ilusión, pero de nuevo una inoportuna lesión le está privando de entrenar y jugar junto al resto de compañeras. En esta ocasión una condromalacia rotuliana del tipo III ha sido la causante; se trata de una enfermedad caracterizada por la degeneración de la superficie del cartílago que constituye la cápsula posterior de la rótula. Produce malestar o dolor sordo alrededor o detrás de la rótula.

Las dos últimas en caer lesionadas han sido Laura Rus y Constanza. La internacional rumana notó un chasquido al caer de un salto con una rival en el último partido fuera de casa ante el Sevilla FC; padece un esguince del ligamento lateral interno y está a falta de una segunda resonancia para determinar si tiene afectado el menisco, y será baja ante el Espanyol. Por último, Constanza sufrió una fuerte entrada al ir al choque con una jugadora rival; la granadina tiene un esguince de ligamento lateral externo aunque aún no se sabe el alcance real de su lesión y el tiempo de recuperación.