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Una final perfecta5-0Rafa Nadal ya piensa en volver a la cima en 2010

  • Concluyente España celebra la conquista de su cuarto título con dos nuevas victorias de Nadal y Ferrer sobre Hajek y Dlouhy, respectivamente Hegemónico El equipo de Costa, por su potencial y juventud, espera seguir marcando una época

Dos títulos consecutivos de Copa Davis, cuatro en una década, un aplastante 5-0 en la final del certamen y una generación de tenistas tan comprometidos con el juego en equipo como consolidados en el certamen: España parece capacitada para seguir escribiendo su rica historia reciente.

El grupo conformado por Rafael Nadal, David Ferrer, Fernando Verdasco y Feliciano López retuvo en Barcelona el título obtenido en el 2008 en Mar del Plata y demostró su absoluta hegemonía ante una República Checa incapaz de hacerle sombra.

Y defendió su entorchado con una final perfecta, con un concluyente 5-0 gracias a las victorias de ayer de Rafael Nadal y David Ferrer. Ferrer, 18 del ranking mundial, apenas necesitó 58 minutos para derrotar por 6-4 y 6-2 a Lukas Dlouhy, especialista en dobles y 465 en el escalafón individual, y sellar el 5-0 final.

En el primer turno, Nadal, mejor clasificado de su país, se impuso a Jan Hajek, 102, por 6-3 y 6-4 en 79 minutos de juego.

"Este equipo está jugando maravillosamente y parece no tener límites. El equipo encontró finalmente un dobles buenísimo con Verdasco y Feliciano y creo que están fuertes en todas sus líneas", analizó Manolo Santana, ganador de cuatro Grand Slams y uno de los mejores jugadores del mundo en la década de los 60.

El equipo ibérico expuso una variedad de recursos envidiable durante toda la edición de la Copa. Los cuatro integrantes de la final, junto a Tommy Robredo y Juan Carlos Ferrero, se impusieron ante Serbia, Alemania, Israel y República Checa y demostraron disponer de un recambio vital en caso de que se lesione algún miembro clave del equipo.

Su heterogeneidad había resaltado durante la final de 2008, cuando derrotaron de visitante a Argentina sin Nadal, y recientemente dominaron sus compromisos, tanto en la mayoría de los singles como en el dobles, una cuenta que parecía pendiente años atrás.

"Antes dependíamos de un jugador. Santana tenía la responsabilidad absoluta de ganar los tres puntos y a mí me sucedía algo parecido. Ahora, vemos cómo Nadal no juega en Argentina y cómo Verdasco, número 9 del mundo, no juega el singles y aún así ganamos. Es increíble", celebró Manolo Orantes, el mejor jugador español de la década de los 70 y ganador del Abierto de Estados Unidos en 1975.

El compromiso de los tenistas con el calendario de la Copa Davis es otro de los ejes por el cual la actual generación española se transformó en el rival a temer por el resto de las naciones. Incluso con dos jugadores entre los diez mejores del mundo, Nadal y Verdasco, los intérpretes ibéricos siempre demostraron su disposición con el capitán, ahora Albert Costa, y destacaron la trascendencia que ocupa la Ensaladera en sus respectivas temporadas.

"Es cierto que los calendarios son muy ajustados, pero a mí me da un placer enorme defender a mi país. Ganar la Copa Davis era el sueño de mi infancia y ahora ya la he ganado dos veces. ¿Cómo no voy a querer estar siempre presente?", reconoció Verdasco, encargado de ganar los puntos definitorios tanto en la serie contra Argentina en 2008 como ante República Checa el sábado en el dobles.

En marzo llegará la primera ronda de la próxima edición y el tetracampeón de la Davis tendrá que verse las caras con Suiza. Ya se palpitan los potenciales duelos entre Nadal y Roger Federer, los reyes de la última década, en los que España jugará nuevamente en casa.

La edad de los cuatro finalistas también permite pensar en la prolongación de la dinastía: López es el mayor con 28 años, mientras que Nadal cumplirá 24 en junio. Por lo tanto, de evitar lesiones, el equipo base de las últimas dos Copas Davis se mantendría intacto durante las próximas ediciones.

"Nos veremos en la próxima serie", ilusionó Nadal a los casi 16.000 espectadores presentes en el Palau Sant Jordi de Barcelona. España repitió la gloria y el techo del equipo aún parece estar demasiado lejos.

De momento, empezarán su nueva defensa del título ante Suiza en casa, el próximo marzo.

Tras meses de problemas, Rafael Nadal pudo cerrar el año 2009 con un título gracias a la Copa Davis, y ahora ya se centra en una nueva temporada, en la que buscará recuperar el primer puesto del ranking y evitar las lesiones.

Nadal atravesó un año tan exitoso en su inicio como problemático en su desenlace. Cinco títulos en los primeros cinco meses y una inferioridad sorprendente contra el resto de los jugadores top en la segunda parte del año provocaron un dispar balance general de su campaña. De la potencia y sensación de imbatibilidad en lo más alto del ranking mundial hasta las sospechas sobre el físico, la serie de lesiones y, sobre todo, la ausencia de éxitos.

Nadal comenzó 2009 con un gran triunfo en el Abierto de Australia: victoria ante Roger Federer y llantos del suizo. Una buena manera de cimentar el número uno logrado en agosto de 2008. El posterior título en Indian Wells y el triplete en arcilla que incluyó Montecarlo, Barcelona y Roma ya fueron obnubilados por la derrota en la final de Madrid frente al propio Federer y el final del reinado en Roland Garros, donde sufrió la primera derrota en este torneo ante el sueco Soderling. Federer lo aprovechó para ganar su primer Roland Garros e igualar los 14 grandes de Pete Sampras.

"El gran error que cometí en la temporada fue el de jugar en Madrid antes de Roland Garros. Tenía un problema en la rodilla y decidí jugarlo de todas maneras, ya que se disputaba en mi país y significaba algo especial para mí", admitió el número dos del ranking mundial, quien catalogó como una "serie de sucesos inesperados" la pesadilla de lesiones que le afectó durante la mitad de año.

Un problema de tendinitis en ambas rodillas mantuvo a Nadal alejado de las pistas después de Roland Garros hasta agosto. Se perdió Wimbledon, donde defendía título y donde Federer logró el decimoquinto Grand Slam y recuperó el uno. Ya no pudo regresar el Nadal de la primera mitad de 2009. Se le notaba lento en la reacción y de hecho se despertaron las dudas sobre un posible adelgazamiento por ese motivo.

"No tuve un problema físico durante los últimos torneos del año. Simplemente, se dieron ciertas situaciones particulares en algunos partidos que me impidieron poder ganar un título", se excusó el tenista de 23 años.

La eliminación en semifinales del Abierto de Estados Unidos y su rol de finalista en el Master de Shanghai recuperaron la esperanza sobre la reaparición del jugador top, pero el Masters de Londres devolvió la incertidumbre: Nadal perdió los tres partidos del torneo y ni siquiera pudo ganar un set.

La doble victoria en la final de la Copa Davis ha permitido ver al cuádruple ganador de Roland Garros en su mejor versión. Nadal afrontará a partir del próximo miércoles la pretemporada de cara al año 2010. "No pienso cambiar mi planificación. Salvo lo de Madrid, no cometí errores en el último año, por lo que pienso realizar el mismo plan de trabajo", sentenció el número dos del mundo.

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