Desde hace muchos años, siempre le oído decir al ex jugador recreativista Miguel Ángel del Pino que en fútbol en particular y en el deporte en general, tan importante son los entrenamientos normales, como los invisibles, refiriéndose a lo que hacían los jugadores en su vida privada, la cual, como es obvio, sólo le confiere a los propios interesados. Pero no es menos cierto que deben tener un comportamiento acorde a lo que se presumen que son, profesionales de élite, como evidentemente son los casos de los jugadores del Recreativo de Huelva. Digo esto por dos motivos simplemente: en primer lugar, porque el Decano se juega mucho en la presente temporada, estando inmerso en los puestos bajos de la tabla clasificatoria y si a los futbolistas les pagan religiosamente cada fin de mes y muy bien por cierto, ellos son los primeros que deben responder como auténticos profesionales en el terreno de juego, para lo cual han de cuidarse al máximo, incluso cuando hacen su vida 'normal', para estar en la mejor forma física cada jornada. En segundo lugar, refiero esto para alejar los comentarios nunca propicios para la buena marcha de un club, de si han visto a tal o cual futbolista a tal o cual hora de la madrugada en tal o cual sitio. Cada uno en sus horas libres es precisamente muy libre de hacer lo que mejor le viene en gana, pero ojo, luego en su trabajo han de responder al máximo, pues el Recreativo se está jugando su permanencia en Primera División.

Como deben comprender, en la viña del señor hay de todo y en la plantilla albiazul, me consta, hay jugadores que son modelos a seguir, pero es evidente que, al ser un juego colectivo, si alguno de los que no lo son tanto fallan por no comportarse como un criterio deportivo, el perjudicado es el conjunto y, desde luego, los dirigentes no pueden ni deben permitirlo. Insisto, lo que está en juego, en estos momentos, es mucho y no se puede tirar todo por la borda por un actitud presumiblemente poco profesional. Desde luego, nosotros no vamos a señalar absolutamente a nadie, pero Huelva es muy pequeña y, para bien o para mal, nos conocemos casi todos y a los jugadores del Recreativo los reconocen la mayoría de los onubenses. Ya lo decía mi abuela, en esta vida, no sólo hay que ser bueno, sino encima parecerlo.

Pero vayamos ahora a comentar el gran ambiente que existe, a pesar de 7-1, para el partido del próximo sábado contra el Murcia de Javier Clemente, que, por cierto, a lo largo de la semana ha arengado a sus discípulos tal y como ha hecho Manolo Zambrano y los propios jugadores entre ellos el pasado martes, con el fin de motivar a los futbolistas de cara a tan importante encuentro para los dos conjuntos, pues si el sábado gana el Recre, como así se espera, dejará a los pimentoneros a una buena distancia en cuanto a puntos se refiere, pero en el caso de que ocurra lo contrario se mete de nuevo el Murcia en la pelea, dejando a los albiazules tocados del ala en situación muy delicada de cara a mantener la categoría.

De las buenas noticias que se pueden dar en esta semana es la casi recuperación de su lesión del centrocampista onubense Jesús Vázquez que, a poco que la evolución vaya normal, el técnico Manolo Zambrano es probable que pueda contar con su concurso de cara al partido del próximo sábado, lo cual es toda una garantía para la medular recreativista, aunque en principio es difícil, pero no imposible.