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Los ecos de un canto al fútbol de ataque

Pep Guardiola.

Pep Guardiola. / nigel roddis / efe

Leroy Sane lo explicó claramente en un tuit: "Qué locura de noche". Muchos espectadores apenas podían creer lo que acababan de ver en el Etihad Stadium, donde el Manchester City derrotó al Mónaco por 5-3 en un partido que sublimó el fútbol de ataque.

"Sólo para confirmar, realmente pasó", escribió ayer el club inglés en las redes sociales, un día después del frenético duelo de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.

Que el equipo dirigido por Josep Guardiola pudiera remontar de la forma tan impresionante en lo que lo hizo el 2-3 con el que se había adelantado el Mónaco era algo que nadie esperaba. Sane, con una asistencia y un gol, fue declarado mejor jugador de un partido para el recuerdo. Pero junto con el extremo alemán también brilló Agüero, que con su doblete lanzó un mensaje a su técnico.

El atacante había sido relegado a un segundo plano desde la llegada del brasileño Gabriel Jesus, ahora lesionado. "Mi intención fue siempre quedarme", aseguró Agüero, que, sin embargo, añadió que la decisión no depende de él. "Yo sólo puedo seguir luchando para poder jugar".

Willy Caballero, que paró un penalti con 1-2, se llevó también elogios de la prensa, algo inusual en un duelo en el que recibió tres goles. Pero nada fue normal en la noche del martes en Manchester. El meta del City había advertido antes del partido de la peligrosidad del delantero Falcao. "Ahora debemos disfrutar esto, pero todavía no hemos logrado nada", dijo.

Guardiola tuvo dificultad para tratar de resumir el partido con palabras. "No sé, pasaron tantas cosas", dijo el técnico tras el partido y respiró hondo. "Fue un arriba y abajo". "Estoy sencillamente feliz por el resultado. Aún vivimos".

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