No es lo mismo pero casi impone igual. Once futbolistas azulgranas recorriendo el Nuevo Colombino trajo a los aficionados que acudieron al recinto albiazul, en su habitual media de fidelidad de la temporada, recuerdos de tiempos no tan lejanos. Ver a un culé con el diez a la espalda conducir la pelota por el centro del campo albiazul o a otro futbolista con el ocho en su dorsal obligaba casi irremediablemente a pensar en sus homólogos mayores. Hubo quien desde la grada se lo tomó con tono jocoso y a cada balón que tocaba un barcelonista repetía el nombre del astro que ocupa su lugar en el primer equipo.

El altísimo rendimiento ofrecido por el Decano fue un premio para sus seguidores. La cantidad de aficionados que cada semana acuden al estadio parece una batalla perdida por el momento. Ayer fueron unos 6.500. Más o menos la media de toda la campaña.

Donde sí que hubo una nutrida e ilustre presencia fue en el palco albiazul. El mítico Migueli acudió en representación del conjunto azulgrana. Una auténtica leyenda del fútbol español que compartió tiempo y espacio con los dirigentes recreativistas, alguno de los cuales se llevó algún guiño por su parte.