El estreno soñado. Ni en el mejor de los planteamientos previo podía soñar Manolo Zambrano con un debut en Primera tan esperanzador y brillante como el que ofreció su equipo en Montjuic. El Recreativo de Barcelona fue el mismo sin serlo. La alineación varió tanto, pero sí la implicación, las ganas y el planteamiento de un equipo resucitado a tiempo.

Sin complejos

El primer gran mérito de Zambrano es recuperar anímicamente a una plantilla que vivía entre la depresión y la incredulidad. La ausencia de fe en el técnico saliente era una evidencia que pocos ocultaban. Hacía mucho que la desunión cundía en las relaciones y minaba el espíritu de un equipo que deambulaba muy por debajo de sus posibilidades. Sin creer en uno mismo y en lo que hace, el Decano era un equipo atenazado. Zambrano les rompió las cadenas, les dio rienda suelta y desataron ante el Espanyol la furia contenida durante muchas jornadas.

Gestionar la euforia

Igual que el gran mérito ha sido anímico por el valor de recuperar el espíritu de la plantilla, el reto al que se presenta ahora el técnico onubense es saber gestionar esa euforia que se ha desatado alrededor de su figura. La relativa facilidad con las que el Decano se impuso al Espanyol puede alterar la visión de un futuro que sigue estando marcado por el mismo objetivo único: la permanencia. Una vez recuperados el estímulo y la fuerza, toca saber administrar estos recursos.

parece simple

Viendo al equipo situado, moviéndose como una coreografía perfectamente sincronizada y a los futbolistas disfrutando como nunca esta campaña, se puede caer en la tentación de pensar que no era tan complicado sacar más partido a esta plantilla. Zambrano hizo algo fundamental para ello que fue simplificarlo en apariencia. Colocó a cada uno en su sitio, donde hace daño y se siente a gusto. Con tan poco, ganó mucho. Le dio al bloque conjunción, le quitó ataduras y se los ganó para la causa.

Un reto decisivo

El Recreativo tiene ahora por delante una semana para contener la euforia, despertar del letargo y demostrarse que puede con cualquiera y afrontar el choque frente al Deportivo de la Coruña con fuerza y coraje. La visita de los gallegos a Huelva es determinante. Restarán catorce jornadas por delante y un triunfo ampliaría la renta sobre ellos a cuatro puntos. Hay enfrentamientos directos y posteriormente el calendario se complica. El Decano demostró en Barcelona de lo que es capaz, rompió sus cadenas para salir del letargo. El domingo le tocará hacerlo a todo el recreativismo.