La selección española dio un paso de gigante hacia los octavos de final el Mundial de tras imponerse, con un marcador no muy abultado, a la de Túnez.

Consciente de la batalla perdida que supondría entrar en una guerra cuerpo a cuerpo con los fornidos defensores tunecinos, España salió a la pista con la consigna de hacer circular el balón.

Esta fórmula permitió a los de Jordi Ribera nutrir de balones a sus extremos y pivotes, aunque curiosamente un lateral, el debutante Goñi, fue quien con dos latigazos otorgó la primera ventaja (1-4) al conjunto español.

Una circunstancia que pareció hacer olvidar por momentos a los Hispanos la clave de su éxito, la velocidad en la circulación de balón, pues se empeñaron en imprecisos lanzamientos que agrandaron la figura del meta tunecino Missaoui.

Pero donde España nunca se apartó del plan ideado por Ribera fue en defensa. Una vez más Gedeón Guardiola y Morros fueron los alumnos más aplicados en esa tarea, pues no sólo frenaron a los cañoneros norteafricanos con sus constantes salidas a los nueve metros, sino que también impidieron la conexiones con el pivote, el otro gran recurso ofensivo de los tunecinos.

A la carrera, el combinado nacional poco a poco fue distanciándose en el marcador hasta alcanzar una máxima renta de seis goles (6-12) a menos de cinco minutos para llegar al descanso, en lo que parecía un triunfo encarrilado.

Al menos así lo entendió el equipo español, que ensombreció en los últimos cuatro minutos del primer tiempo todo el excelente trabajo realizado hasta entonces con inoportunas pruebas, lo que hizo que Túnez redujese su desventaja (10-12).

Ese hecho obligó a España a empezar de nuevo en la segunda mitad, lo que no resultó tarea sencilla. Incluso pareció peligrar la victoria tras situarse Túnez de nuevo a tan sólo dos goles (16-18).

Pero entonces surgió la figura de Gonzalo Pérez de Vargas. Con una impresionante parada despertó definitivamente de su asombro la selección española, que con dos goles de Gurbindo y Balaguer alcanzó los diez minutos finales con una renta de cuatro goles (16-20).

Otros dos debutantes, Corrales y Balaguer, se encargaron de acabar con el tormento con sus paradas y goles, lo que permitió a España dar el último acelerón y sellar definitivamente su victoria.

Túnez: Missaoui; Toumi (5), Hosni, Sanai (3), Tej (1), Wael Jallouz (2) y Boughanmi (4, 2p). También jugaron Marwane Soussi, Zaied, Bannour (2), Haj Youssef, Saied (1), Tarak Jallouz, Chourief (2), Mohamed Soussi (1) y Jaballah. España: Corrales; Víctor Tomás (5), Gurbindo (2), Sarmiento (1), Goñi (2), Ángel Fernández y Aginagalde (2). También jugaron Pérez de Vargas, Rivera (4, 2p), Dujshebaev (1), Cañellas (1), Morros, Gedeón Guardiola (3), Balaguer (5), Costoya y Figueras Marcador: 1-3, 2-5, 4-8, 5-9, 6-12 y 10-12 (descanso) 12-15, 14-17, 16-18, 16-20, 18-22 y 21-26 (final). Árbitros: Geipel y Helbig (alemanes). Excluyeron por dos minutos al local Goñi y a los visitantes Toumi, Tej y Haj Youssef. Incidencias: Encuentro correspondiente a la segunda jornada del Grupo B disputado en Les Arenes ante unos 5.000 espectadores.