El aspecto psicológico es a estas alturas casi tan importante como el deportivo. Después del tremendo varapalo que sufrió el Decano en Mallorca, la herida tarda en cicatrizar. Por esta razón, Zambrano lleva toda la semana tratando de mentalizar a sus hombres de la importancia de olvidar lo sucedido, dejarlo todo a un lado y pensar con la mente limpia en el trascendental duelo con el Real Murcia de mañana sábado.

Un papel primordial deben jugar en esta recuperación aquellos futbolistas con un carisma especial, experiencia o cuya personalidad más fuerte les permite sobreponerse mejor que otros a la situación actual en la que vive el equipo.

Cocinero antes que fraile, Manolo Zambrano lo sabe perfectamente y dedica mucho tiempo durante el entrenamiento a mentalizar individualmente a futbolistas de peso dentro del vestuario. Hombres como Carlos Martins, Beto o Ersen Martin tienen que tirar del carro albiazul frente al Murcia.

Por paciencia y horas de conversación con el entrenador no va a quedar, como quedó demostrado ayer.