El Sporting, con su derrota en Almería por 3-1, se complica la permanencia en Primera a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato, pues no supo sacarle fruto a adelantarse en el marcador y al final vio como le metían tres goles.

La UD Almería y el Sporting demostraron sobre el terreno de juego quién se jugaba más de los dos y por ese motivo el conjunto gijonés tuvo más el balón que los locales, aunque sin demasiada profundidad ante el marco defendido por Esteban.

El equipo de Manolo Preciado apenas si tuvo ocasiones de gol, salvo la que sirvió para que los asturianos se adelantaran en el marcador en el minuto seis. Lo hicieron en una acción en la que Jorge, sin oposición a la hora de centrar, la puso al segundo palo donde Carmelo, sin encontrar quien le entorpeciera, remató de cabeza.

El Almería, sin un juego brillante, llegó también a puerta, pero sin acierto en el último pase y así gozó de una ocasión antes del gol del Sporting, pero el disparo de Negredo, tras pase de Soriano, lo envió a las manos del meta Cuéllar.

Tras adelantarse el equipo de Preciado, el Almería empujó, comenzó a tener algo más el balón y, en el minuto 18, pudo marcar tras un certero centro de Nieto que el nigeriano Kalu Uche mandó fuera, pero en el 26 llegó el gol del empate, tras una excelente jugada de Juanma Ortiz que se la puso a Nieto y el madrileño, tras acomodarse el balón, la mandó al fondo de las mallas.

En la segunda parte, el Almería encontró el 'tesoro' en los primeros minutos y jugó mejor que en la primera parte, por lo que un balón de Guilherme a Negredo, éste se la puso a Uche para que consiguiera el tanto y pusiera al equipo local por delante en el marcador.

A partir de ahí el Sporting no tuvo armas para apaciguar la ansiedad con la que jugaban con el marcador en contra y, con una defensa sin recursos para frenar al rival, fue casi un monólogo de los de Hugo Sánchez, pese a que Preciado, con la entrada de Barral, buscó más presencia arriba y pudo marcar en el 62, pero el cabezazo del gaditano lo despejó portero Esteban. En el 90, Piatti aprovechó la generosidad de Negredo para hacer el tercero.