El Atlético Onubense consiguió en Castilleja un triunfo de peso que le da margen de error y que, además, sirve para sentenciar a un rival que queda hundido en la clasificación. No fue fácil la victoria del primer filial recreativista, a pesar de que el marcador pueda indicar lo contrario tuvo que ofrecer una de sus mejores versiones para tumbar al colista.

Muy pronto se puso cuesta arriba el choque porque Gerardo tardó sólo doce minutos en perforar la meta de Vichi, obligando a los canteranos albiazules a remar a contracorriente. El empate llegó justo otros doce minutos después, en el 24, cuando Carlitos desvió el esférico al interior de su propia portería. El golpe de suerte le vino de perlas al Atlético Onubense que ganó en seguridad defensiva y en autoconfianza y comenzó a estirarse ofensivamente.

Tras empatar con un autogol, Manu Torres y Diego Díaz dieron la victoria al filial albiazul

Así, rebasada la media hora de partido volvió a aparecer Manu Torres -que ya había marcado en el encuentro ante el Utrera de la semana pasada- para poner en franquicia a los suyos. El Castilleja trató de reaccionar y llevar peligro al portal visitante antes del descanso, pero los hispalenses no terminaron de levantarse cuando llegó el tiempo de descuento.

El panorama en la segunda mitad arrojó a un filial que tenía una mínima ventaja que le daba la vida y a un Castilleja que no tenía nada que perder, pero preso de la precipitación.

Jesús Vázquez comenzó a mover el banquillo en el descanso con la entrada de Misffut, que le dio más victorias en los duelos individuales al filial. Con el paso de los minutos los locales se fueron estirando en busca de un empate que no llegaría gracias a la capacidad competitiva de los recreativistas. Con el partido agonizando el Castilleja asumió riesgos y quemó las naves lanzándose arriba a la desesperada, pero lo que llegó fue el gol de Diego Díaz a la contra para certificar un triunfo de peso para el Atlético Onubense.