Rosal e Isla Cristina, en su particular lucha por adjudicarse el título de Liga, apuntarán a un triunfo que les permita dejar las cosas como están en lo más alto de la clasificación. Tanto uno como otro, y teniendo en cuenta que sólo quedan seis jornadas para que acabe la competición, tienen a tiro de piedra el ascenso directo al grupo I de la Primera Andaluza, circunstancia que les alentará para seguir a ese nivel que les ha permitido escaparse de sus más directos perseguidores, Olont, La Orden y Aroche.

El Camping La Bota será el que se encargue esta tarde de calibrar las posibilidades de un Rosal subido en una nube tras golear a domicilio al Aljaraque. El conjunto playero, subido de tono en este tramo liguero, se presume rival difícil y correoso para los fronterizos, aunque a la hora de pronósticar hay que tener en cuenta la baza de la presión ambiental que ejercerán los aficionados rosaleños para ayudar a su equipo a cumplir con el propósito de ganar el partido.

Por su parte el Isla Cristina se las verá con el Almonte Balompié, oponente que está acusando bastante las bajas por sanción y al que no le queda otra que enderezar el rumbo para al menos acabar en la parte alta de la tabla.

Los isleños están lanzados. Su objetivo pasa por ascender y si es como campeón mejor que mejor, exigencia que les obliga a no fallar en los metros que le separan de la meta.

Si para los dirigidos por Francis Acosta los puntos tienen su peso en oro, la victoria no es menos importante para un Almonte que acudirá con pensamientos de soltar en el municipal de Isla el lastre negativo que le dejó La Orden la pasada semana.

Sacar puntos del feudo del Pinzón no es tarea fácil, el Aroche formalizará una fuerte apuesta por conseguirlo. Para ambos contendientes el triunfo es vital, ya que permitiría al conjunto palermo tomarse un importante respiro de cara a eludir el descenso que, pese a tener en la agenda de pendiente un partido contra el Riotinto Balompié, le amenaza de cerca, y a los arochenos mantener viva la llama de la esperanza de acabar terceros para afrontar la eliminatoria para ascender a través de la repesca.

Muy tocado, sobre todo después de caer goleado frente al Rosal, se encontrará el Hinojos a un Aljaraque al que se le están agotando los cartuchos de la salvación. La diferencia de puntos, catorce, cuando al cuadro que entrena a las órdenes de Juancris le queda por jugar el segundo tiempo contra el Almonte y el aplazado que tiene con el Aroche, invita a vaticinar un resultado a favor del equipo condal.

Apuntando con fijeza a la diana de los tres puntos saltará el Riotinto Balompié ante el Bollullos, contrincante al que no le queda otra que arriesgar al máximo, ya que una derrota firmaría la setencia del descenso a Primera Provincial. Los entrenados por Miguel Roa son conscientes de ello, y seguro que pelearán como cosacos para, dependiendo de otros resultados, seguir con vida.