El pasado lunes se cumplieron 25 años de la medalla de plata que la selección española de baloncesto obtuvo en Los Ángeles 84. Esta final fue durante mucho tiempo el mayor hito del baloncesto nacional y parecía difícil de repetir, hasta que en 1999 un grupo de júniors se proclamó campeón del mundo tras vencer a EE UU en Lisboa.

Felipe Reyes formaba parte de esos júniors de oro y ya es un fijo en la selección, siendo partícipe de la evolución del ambiente que rodea a las concentraciones, viendo cómo aumentan las exigencias y el seguimiento. "Tras el Mundial de Japón hemos atraído más a la gente, aunque no nos podemos quejar de la atención porque siempre hemos hecho buenos papeles".

Esta selección española ha cambiado varias veces de entrenador. Sin embargo el estilo de juego no ha variado en estos años. "Este equipo es muy ambicioso. Mucho hincapié en la defensa, ser duro ahí atrás y correr, que es algo que nos gusta mucho".