Las pistas del Real Club Recreativo de Huelva están preparadas para acoger una nueva edición, la LXXXIII, de la Copa del Rey de Tenis, que se disputará los próximos 3 y 4 de julio.

Los protagonistas serán David Ferrer, Carlos Moyá, Nicolás Almagro y Albert Montañés. En la primera de las semifinales, que se disputarán el jueves, se enfrentarán Moyá y Montañés a partir de las 20.00 horas. A continuación, lo harán Ferrer y Almagro, los mismos que lucharon en la gran final de la pasada edición con victoria para el segundo. En esta ocasión se vuelven a ver las caras en una semifinal y sólo uno de ellos podrá pasar a la final del viernes.

Cuatro raquetas de nivel para una competición de categoría, que todos los amantes del tenis y del deporte en general podrán disfrutar a un precio módico de 12 euros la jornada. Varias son las opciones para comprar las localidades, bien en Hipercor, en Tiendas el Corte Inglés, a través de la página web www.corteingles.es o el teléfono 902 400 222.

La cara más conocida en el torneo onubense será la de Carlos Moyá, que por su enorme relación con el campeonato onubense y por su carácter comprometido con el mismo, recibirá este año la insignia de oro. Así lo ha decidido el Real Club Recreativo de Huelva de Tenis, organizador de la Copa del Rey. Moyá entró en las páginas doradas de la historia del tenis español en 1999 tras lograr ser el primer español en encabezar el ranking de la ATP. Con 17 títulos a sus espaldas y una gran experiencia y fortaleza mental, este mallorquín viene a Huelva con el propósito de llevarse una nueva carabela de plata a sus vitrinas.

No será tarea fácil para Moyá, que tendrá en frente a Albert Montañés (69º en la ATP), que ha realizado una gran puesta a punto a través de intensivos entrenamientos para debutar en Huelva en el mejor estado de forma posible.

La otra semifinal enfrentará a dos tenistas que se encuentran entre los primeros de la ATP, David Ferrer, en quinta posición, y Nicolás Almagro, 12º. Los espectadores podrán ver 'in situ' la excelente progresión de un tenista y la elegancia y sutileza de todo un campeón como es Ferrer, enfrentado a un jugador versátil, al que le gusta jugar fuerte y acabar rápido los puntos. En definitiva, el espectáculo del tenis está servido en Huelva.