El Real Madrid, que el domingo derrotó (1-0) al Real Murcia en el Bernabéu y se benefició del empate del arcelona en Huelva (2-2) y de la derrota del Villarreal, a última hora, en Almería (1-0), dio un pase de gigante en su objetivo de revalidar el título de liga.

Tras los resultados de la pasada jornada, la trigésimasegunda, los hombres que dirige el alemán Bernd Schuster lideran la tabla con un total de 69 puntos, nueve más que el gran rival de la Ciudad Condal y con diez sobre el Villarreal, cuando quedan por disputarse seis encuentros.

Javier Clemente no aparcó bien su autobús en su visita al Bernabéu y el Madrid, a pesar de jugar desde el minuto 19 con uno menos -tras la expulsión de Miguel Torres-, se hizo con la victoria gracias a un gran gol del internacional holandés Wesley Sneijder, que supuso el vigésimo segundo triunfo merengue en lo que va de campeonato.

Ahora, el club capitalino viajará a Santander, donde no jugará Guti, uno de los pilares fundamentales en los éxitos madridistas, que vio su quinta tarjeta y será sancionado.

Después, recibirá al Athletic de Bilbao en Madrid, antes de desplazarse a Pamplona, donde se medirá a Osasuna, en un partido en el que, incluso, podría proclamarse matemáticamente campeón del torneo.

Con nueve puntos de ventaja, a falta de dieciocho por disputarse, se podría dar la paradoja de que el Barcelona le tuviera que hacer el pasillo de honor a los de Schuster el 7 de mayo, cuando ambos se enfrenten en el Bernabéu.

Algo que no le preocupa al técnico alemán, que -si bien algunos piensan que aún no ha alcanzado la ansiada excelencia que pidió el presidente blanco, Ramón Calderón- mejorará este curso, salvo descalabro de última hora, las cifras de su antecesor, el italiano Fabio Capello, en la actualidad seleccionador de Inglaterra.

Después de unos flojos meses de febrero y marzo -la derrota ante el Valencia (2-3, el 23 de marzo) supuso en ese momento que en lo que iba de año, el Madrid había perdido más de la mitad de sus partidos-, el conjunto capitalino supo recuperarse y se aprovechó de que sus rivales directos tampoco han gozado de una regularidad aplastante.

Si el Barcelona no se ve obligado a hacerle el pasillo o a felicitarle tras ese choque, el Madrid podría cantar el alirón en Zaragoza, el día 11. Y si no, cerraría el campeonato en casa, ante el colista, el Levante, el 18 de mayo.