Kelvin de la Nieve está a un paso de hacerse con el oro de los Juegos del Mediterráneo. Su triunfo de ayer ante el turco Pehlivan le ha valido para meterse en la final, en la que el francés Beccu será su último obstáculo.

En principio, el púgil del CD Yoon Huelva parte como favorito. Su único enfrentamiento anterior con su rival de hoy se saldó con victoria hace poco más de dos meses, en la final del prestigioso Boxam 2009, disputado en La Línea de la Concepción. Entonces, Kelvin se hizo con la victoria de forma incontestable, con una puntuación (6:0) que dejaba clara su superioridad en estos momentos.

Ahora, en los Juegos que se disputan en la ciudad italiana de Pescara, el boxeador onubense se está manteniendo en la misma línea. Los dos combates que ha disputado hasta el momento le han medido a rivales de distinto calibre, en los que ha debido tirar incluso de psicología para mantener el control en el cuadrilátero.

El más complicado de todos fue, sin duda, el de ayer. El turco Ferhat Pehlivan y el onubense, para muchos, componían la final deseada por todos en el peso minimosca. Los dos llegaban a este combate con un triunfo cada uno de sus dos enfrentamientos previos, ambos, muy igualados.

En el de la tarde de ayer, no fue menos. La igualdad fue patente en los tres asaltos, aunque no fue hasta el tercero cuando subieron los puntos al marcador, inclinado de forma muy ajustada hacia el lado del representante español (1+:1).

Hoy, en Jeremy Beccu -que pasó ayer por encima del italiano Alfonso Pinto (14:1)- Kelvin de la Nieve tendrá un rival más asequible, a priori. Aunque no el combate. Y es que en una final como ésta, el onubense tendrá que mostrar su superioridad de forma clara para evitar posibles perjuicios arbitrales.