El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) volvió a marcar el ritmo en los entrenamientos oficiales de MotoGP, la tercera vez de tres posibles, con todos sus rivales tras su estela menos el australiano Casey Stoner (Ducati Desmosedici GP8), al que los problemas le acabaron relegando a la novena posición.

Lorenzo volvió a protagonizar unos magníficos entrenamientos en los que además del mejor tiempo logró un nuevo récord del circuito al que ninguno de sus rivales pudo llegar y eso que tanto su compatriota Daniel Pedrosa (Honda RC 212 V) como el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) lo intentaron hasta el último momento pero hubieron de conformarse con situarse tras él.

La incógnita surge con posterioridad al reto conseguido, pues como en las dos anteriores citas mundialistas, Jorge Lorenzo deberá responder a dos cuestiones hoy: la primera de ellas será saber si tiene ritmo suficiente para mantenerse al frente de la carrera y la segunda si aguantarán sus antebrazos, pues si bien no existe un diagnóstico exacto, bien podría sufrir de síndrome compartimental y no aguantar las 28 vueltas a las que está programada la carrera.

En el cuarto de litro, el italiano Marco Simoncelli (Gilera) fue el más rápido el primer día y ayer volvió a repetir clasificación, sin que ninguno de sus rivales le pudiese inquietar, aunque como ya sucediese en Jerez de la Frontera, quien más se le acercó fue el español Alvaro Bautista (Aprilia), que relevó en ese puesto al también español Alex Debón (Aprilia), que se cayó casi al final de los entrenamientos y no pudo defender su posición.

Debón se tuvo que conformar con la séptima plaza en los entrenamientos a algo más de un segundo del autor del mejor tiempo y como segundo español de la cilindrada, pues la falta de una puesta a punto relegó a posiciones más retrasadas tanto a Héctor Barberá (Aprilia) como a Héctor Faubel (Aprilia) o Julián Simón (KTM).

En el octavo de litro, el italiano Simone Corsi y el español Nicolás Terol, ambos sobre Aprilia, están llamados a lograr grandes éxitos a lo largo de esta temporada. El transalpino fue el más rápido ayer y su compañero de Alcoy acabó tercero a escasas dos décimas de su tiempo, lo que unido a que entre los diez primeros no hay un segundo de margen, hace presagiar una vez más una competida carrera en Estoril, con la novedad de que será la última carrera.