atletismo

Hortelano, de la 'mano catastrófica' al duelo con Husillos

Veinte meses después de sufrir un accidente de coche que pudo costarle la vida, Bruno Hortelano, campeón de Europa de 200 metros, regresa mañana a las pistas en Tenerife para reclamar el territorio que, en su ausencia, ha ocupado otro velocista, Óscar Husillos.

Los aficionados paladean ya el futuro enfrentamiento entre los dos velocistas para ver quién se queda con la primacía, el gran duelo Hortelano-Husillos, pero Bruno necesita tiempo para alcanzar su pico.

Mano catastrófica. La medicina define en esos términos los destrozos en huesos, músculos, ligamentos y tendones que presentaba la mano de Hortelano a resultas del accidente de aquel fatídico 5 de septiembre de 2016. El atleta se salvó por milímetros. Fue operado de urgencia y escapó milagrosamente de la amputación.

Su mano diestra era una piltrafa. Un remate trágico a su excelsa temporada en 100 (10,06) y 200 (20,12). "Aquel día volví a nacer", ha comentado Hortelano, quien, desde entonces, se ha perdido Mundiales al aire libre y en pista cubierta, aunque siempre se fijó como meta la defensa de su corona europea de 200 en Berlín, el próximo agosto.

La velocidad ha cambiado en su ausencia. Óscar Husillos amenaza con adueñarse no sólo del 400 -distancia en la que ganó los Mundiales en pista cubierta en Birmingham con un registro asombroso (44,92), anulado por pisar fuera de calle-, sino también del 200, la prueba predilecta de Hortelano. En el horizonte se atisba un gran duelo por el cetro de la velocidad española.

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