El Cerreño sale muy reforzado del duelo en la zona baja tras endosarle una manita al colista Riotinto.

Nada más comenzar los locales se van arriba buscando la portería de Juan, mientras el Riotinto, muy bien en defensa, tapona los huecos y hace que los minutos pasen sin apenas jugadas claras de gol para los andevaleños. Poco a poco el equipo local se hace dueño y señor del centro del campo.

Juan, con dos buenas intervenciones, evita que los locales se adelanten, pero en el m. 28 no impide que Tomate, central cerreño que había subido al ataque, logre el 1-0 con un tiro raso desde dentro del área. Hasta el descanso se ven buenos minutos de fútbol, con los locales buscando un segundo tanto que le dé la deseada tranquilidad, y con un cuadro minero que a ráfagas pone a prueba al meta Rafa, muy seguro toda la tarde.

En la segunda mitad el Cerreño busca incrementar la renta y lo consigue en el m. 51, cuando Kuliki se va de su par y el pase de la muerte lo cabecea Sergio, solo y libre de marca (2-0). Este tanto aportó tranquilidad a los locales que ahora sí jugaban al fútbol, ensanchando el campo y con continuas llegadas por las bandas, ante un Riotinto descolocado que no sabía como parar la avalancha.

El meta Juan seguía mostrando buenas maneras, con intervenciones de mérito que evitaban más goles locales, aunque en el 58' José Mier, a placer, anota el 3-0 ante la pasividad forastera. El Riotinto tuvo varias ocasiones para marcar el gol del honor ante un Rafa muy seguro que intervino con acierto. En el 75 vino la clara sentencia: Pepe Poy se va por la banda y su pase de la muerte lo aprovecha Hato a portería vacía (4-0).

El Cerreño se gustaba y creaba mucho peligro ante un cuadro riotinteño que, pese a lo abultado del marcador, seguía poniendo a prueba a Rafael. Cuando el encuentro agonizaba, Alberto, tras un córner, cabecea en el primer palo libre de marca (4-1). En el último minuto, gran jugaba del Cerreño por la derecha y Antonio Jiménez, en el área pequeña, empuja el balón a las mallas, logrando la 'manita' ante un Riotinto que sigue sin conocer la victoria.