El fútbol es injusto, Y eso quedó demostrado en la matinal palmerina con la victoria del Punta Umbría, en un partido que por ocasiones y por juego debió solventar a su favor el equipo condal y además con solvencia.

Hasta catorce ocasiones claras de gol tuvo La Palma ante un Punta que sobrevivió gracias a su portero Nacho, la mala actuación arbitral y a una buena dosis de suerte, que tuvo su principal exponente en el gol que le dio los tres puntos en un error del meta local.

Sólo existió un equipo en el terreno de juego y ese fue La Palma. Desde el minuto 1 hasta el final el equipo de Antonio Cabello atesoró méritos suficientes como para haber llegado ya al descanso con el partido sentenciado.

Ricardo, Juan Carlos, Alonso y Carlos Torres, algunos de ellos en más de una ocasión, tuvieron en sus botas y cabeza la posibilidad de adelantar a su equipo en el marcador. Pero ayer el aficionado palmerino comprobó que es cierto aquello de que cuando la pelota no quiere entrar, no entra. El meta Nacho y algunas jugadas de mala fortuna se opusieron al gol de La Palma, que cuando por fin pudo salvar esas circusntancias adversas se topó con el árbitro, que al filo del descanso le anuló un gol a Fermín, que en posición legal había remachado un despeje del meta Nacho.

La segunda parte comenzó de la misma manera que acabó la primera mitad, es decir con La Palma encontrándose de nuevo con una decisión arbitral adversa y es que los palmerinos reclamaron penalti unas manos dentro del área de un defensor costero.

Pero lo peor vino a continuación. Porque en la única oportunidad que el Punta llegó con peligro a las inmediaciones de Adri se encontró con su gol. Fue un disparo desde más de treinta metros de Bomba, el meta local se confía en exceso y la pelota entra entre sus piernas.

El gol en absoluto amilanó a La Palma, que reaccionó con ganas y volvió a crear innumerables ocasiones ante Nacho. Marroco, Dani, Alonso, éste en varias oportunidades, estuvieron otra vez cerca del gol, pero el meta costero se empeñó en darle la mañana a los locales, algo que ya hizo en el partido de la primera vuelta.

La Palma, en el que debutó Nacho, no pudo hacer nada por evitar una derrota en casa, que llega después de 379 días de la última que sufrió ante su público.