El Deportivo de La Coruña se aseguró la permanencia en Primera División con una goleada (3-0) ante el Athletic de Bilbao de Caparrós, que regresó al estadio de Riazor para sentarse en el banquillo rival y ver disfrutar a la afición blanquiazul y a sus ex jugadores. Los blanquiazules asumieron la iniciativa en el arranque del partido, pero trataron el balón con mimo y jugaron con paciencia para no dar vida a su rival al contraataque.

La paz se resquebrajó a los 31 minutos en una jugada de estrategia que sacó Sergio y tocaron de cabeza los tres centrales del Deportivo en el área del conjunto vasco para que uno de ellos, el argentino Coloccini, se cobrara su particular venganza con Caparrós, con el que tuvo una relación tensa. El Athletic intentó reponerse del mazazo de inmediato y pudo lograrlo con un remate a bocajarro de Llorente que salvó Aouate. Los bilbaínos no se rindieron en la reanudación, pero la entrada en el terreno de juego de Riki dio un nuevo impulso a los gallegos, que sentenciaron el encuentro con un tanto de penalti de Sergio, para que finalmente Filipe Luis pusiera el broche a una goleada que dio la salvación final.