La destitución de Víctor Muñoz como entrenador recreativista no es la primera en su carrera. El técnico aragonés ya cesó de su cargo en otras tres ocasiones con anterioridad, en el Mallorca y el Logroñés, ambas en 1997 en Segunda, y en el Villarreal, en 2002.

La carrera del ex jugador internacional como técnico profesional comenzó en el Mallorca en 1995, donde, además, estuvo cerca de conseguir sus primeros éxitos. Desembarcar en el conjunto balear en enero de 2005, dejando su nuevo cargo como director deportivo zaragocista, y le salió bien su apuesta por el debut de entrenador ya que a punto estuvo de lograr el ascenso a Primera.

En la siguiente campaña, y con su equipo en el liderato de la División de Plata, la directiva mallorquinista le destituyó para sorpresa de todos. Su siguiente destino fue el Logroñés, donde comenzó la campaña 1997-98 con el salto de categoría como objetivo, aunque no llegó a completar la primera vuelta de la Liga.

Mejor le fue, a continuación, en el Lleida, con el que completó dos temporadas rozando también el paso a la elite. Salió con un contrato en el bolsillo con el recién ascendido Villarreal, pero con polémica también por un incidente con un jugador de su equipo.

En el cuadro amarillo le cayó su tercera destitución, nada más comenzar su segunda temporada en el equipo, según se dijo entonces, por perder la confianza de sus jugadores. Eso le dio la opción de fichar por su Zaragoza, en enero de 2004, para ganar sus primeros títulos, una Copa del Rey y una Supercopa española.

Pese a tener la opción de continuar, no es renovado en 2006 y apuesta entonces por el Panathinaikos griego, donde realiza una temporada discreta y tampoco se ejecuta la opción del segundo año previsto en el contrato.

Ahora, su vuelta a la Liga española ha acabado de nuevo antes de tiempo.