El Atlético Cruceño rompió una racha de tres derrotas consecutivas y ganó al Riotinto Balompié en el duelo que enfrentaba a dos equipos que pelean por la salvación de la categoría.

El partido fue tosco y aburrido, pues la superficie del campo local, el único de albero en toda la competición, no acompañaba a la práctica de buen fútbol por ninguna de ambas escuadras. El Cruceño salió más asentado en el terreno de juego, acostumbrado a esta superficie, mientras los visitantes no estuvieron cómodos en ningún momento del choque.

En el minuto 20 se produjo la primera ocasión por parte de los locales, cuando Moi se interna por la parte izquierda del área, pero no es capaz de culminar su acción ante la salida del meta Camacho. Poco después se produjo la jugada polémica del partido. Corría el minuto 32 cuando en un saque de banda que el árbitro asistente señaló a favor de los mineros, el colegiado principal lo desautoriza y cambia la decisión de su compañero. Tras el saque el balón acabó en Moi, que esta vez sí, lanzó el balón por encima de Camacho estableciendo el 1-0 en el marcador.

Tras el descanso continuó la misma tónica del juego, con el balón pasando más minutos por el aire que sobre el albero cruceño. La única forma de crear algo de peligro por ambos equipos era con balones parados, y así estuvo cerca de llegar el empate del Riotinto. Una falta botada por Jesús Real es rematada por José, marchándose el balón a escasos centímetros del poste de la portería de Juanjo.

Poco después ocurrió la jugada a la inversa y fue José David el que centró para que su compañero Colete estableciera el 2-0, que le daba tranquilidad al Cruceño. Poco más ocurrió hasta el final del choque, que finalizó con tres puntos que le sirven a los locales para superar a su rival en la clasificación y acercarse a la salvación.