Baloncesto l LEB Oro. Ciudad de Huelva-Beirasar Rosalía, jornada 11

El Ciudad de Huelva pone al mal tiempo buena cara

El CB Huelva logró una de sus victorias más plácidas de la temporada (sólo superada por el 84-60 ante el UB La Palma) al imponerse al Beirasar Rosalía por 15 puntos (81-66) en un choque dominado de principio a fin por los pupilos de Pepe Rodríguez

El CB Huelva se sobrepuso a todas las adversidades (sólo 9 jugadores de la primera plantilla, algunos como Van Lacke o Ermolinski que no están al 100% por diversos motivos, 'piques' durante la semana que le costaron la titularidad a Morón, el hecho de que la plantilla sigue sin estar al día en el cobroý) y brindó a su afición momentos de gran juego y buen espectáculo.

El conjunto onubense sigue haciendo del Palacio un fortín (sólo Bruesa ha sido capaz de asaltarlo), sumó su 7ª victoria y se consolida en los puestos de privilegio de la clasificación. Y eso, teniendo en cuenta las circunstancias, tiene mucho valor.

El Beirasar Rosalía pasó por el Palacio con más pena que gloria; nunca puso en aprietos al conjunto local, pese a que ambos estaban empatados en la clasificación. Salió sin chispa, y eso le costó el partido, pues cuando quiso reaccionar ya era tarde. Sólo Edwards asumió responsabilidad en ataque e intimidó en defensa, pero el cuadro gallego acusó en demasía la baja de su mejor tirador, Oleson: el equipo hizo 3/13 en triples (23%), y los tres que anotó llegaron en el último cuarto, con todo sentenciado.

El CB Huelva sigue jugando en equipo y además ha encontrado en Junyent el referente que buscaba, el jugador que puede y debe marcar diferencias; ayer confirmó que está en línea ascendente y fue el mejor del partido con 18 puntos, 14 rebotes y 4 asistencias. Estuvo bien secundado por un Silinskis que fue de más a menos (espectaculares los 4 tapones que puso, los dos que recibió, y el triple que anotó). Morón también se fajó en labores defensivas (5 rebotes), haciendo que no se notase la baja de Onyekwe.

El puesto de base también está bien cubierto. Chris Hernández acompañó su acierto en el tiro con 5 asistencias, y a Eric Sánchez tampoco le tembló la mano (8 puntos en 14 minutos). En el perímetro Van Lacke y el polivalente Drame le mente un plus de intensidad al equipo tanto en defensa como en ataque, Schraeder sigue martilleando el aro rival con sus lanzamientos y Ermolinski va cogiendo el ritmo poco a poco.

El encuentro prácticamente duró un cuarto, porque el CB Huelva salió como un ciclón, jugó probablemente sus mejores 10 minutos en el Palacio, desarbolando por completo a un rival impotente ante lo que se le venía encima. Pepe Rodríguez apostó de salida por alinear juntos a Junyent y Silinkis y la jugada le salió redonda. El equipo vio aro con facilidad y además defendió su aro con uñas y dientes, imponiendo su ley bajo los tableros: el resultado, un parcial de salida de 11-0.

Los intentos del técnico rival, Félix Muñoz, por variar la dinámica del choque no dieron fruto y el festival onubense continuaba (30-15 al final del primer cuarto).

El segundo fue más nivelado, pero más bien porque los onubenses bajaron su intensidad que por el acierto del Rosalía, llegándose al descanso con 44-29.

Tras el descanso el CB Huelva salió de nuevo con una marcha más que su rival, aunque si llegar al nivel del inicio; esos minutos fueron claves para abortar cualquier intento del Rosalía por 'engancharse' al choque (53-34, minuto 26), llegando a una máxima ventaja de 27 puntos (66-39).

El último cuarto sobró; los locales, con el trabajo ya hecho (no anda el equipo sobrado de fuerzas precisamente), se limitaron a vivir de las rentas, y el Rosalía lo aprovechó para 'adecentar' el marcador.

A 1.32 para el final Pepe Rodríguez tuvo el detalle de dar entrada a Francisco Eugenio, premiando así su trabajo en los entrenamientos. Fue la guinda a un partido que confirma al CB Huelva entre los 'grandes'. La plantilla, una jornada más (lleva 5 victorias en las últimas 6 jornadas), volvió a cumplir y a dar muestras de su profesionalidad. Ahora hay que 'cumplir' con ellos.

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