Piragüismo l Campeonato del Mundo

Bronce mundial para Manchón

  • La palista sevillana lidera el K-4 500 para adjudicarse la tercera posición · El K-2 1.000 de Merchán y Cosgaya consigue el primer oro para el combinado nacional en la primera jornada de las finales

La medalla de oro lograda por Emilio Merchán y Diego Cosgaya en el K-2 1.000 y el bronce del K-4 500 femenino en los Campeonatos del Mundo de piragüismo 2009 inauguran el medallero español en esta competición y consagran a nivel internacional el potencial de España, que actualmente atesora títulos olímpicos, mundiales y europeos.

El zamorano Emilio Merchán y el palentino Diego Cosgaya se proclamaron campeones del mundo en K-2 1.000 metros poniendo un colofón de oro a su deslumbrante actuación mundialista, que ha incluido el triunfo en sus regatas de eliminatoria y semifinal, y se convierte en el primer oro conseguido por España en esta prueba en Mundiales.

La pareja española ejecutó con precisión una estrategia de carrera que planteaba una salida controlada, arrancando tras asegurarse de la bajada del cepo del sistema de salida para evitar el retroceder con el rebote, y palearon después con el convencimiento que les proporcionaba la plena confianza en sus opciones.

Apenas habían rebasado la mitad de la distancia cuando el K-2 español tomó el mando de la regata y recién superados los 500 metros se encaminó hacia la meta, donde acreditó un tiempo de 3 minutos y 14 segundos, con australianos y cubanos, que fueron sus compañeros de podio, como adversarios más directos, con el K-2 noruego del campeón olímpico Erik Veraas Larsen relegado al cuarto lugar. Con viento en contra y avalados por el mejor tiempo de todos los participantes en semifinales, Merchán ha marcado el ritmo de la embarcación sabedor de que Cosgaya cumpliría sin titubear con el plan preestablecido, fieles ambos a un compromiso mutuo.

La otra medalla española de la jornada correspondió al K-4 500 de la sevillana Beatriz Manchón, la asturiana Jana Smidakova y las gallegas Sonia Molanes y Teresa Portela, que consiguieron el tercer puesto por detrás de las claras favoritas, Hungría y Alemania, y se auparon al podio mundialista que tantas veces han rozado en los últimos años.

Dos diplomas olímpicos por dos quintos puestos consecutivos en los Juegos de Atenas y Pekín, algunos podios europeos y repetidas ocasiones a las puertas del podio mundialista había acumulado el K-4 español en su camino hasta colgarse ayer con todo merecimiento la medalla de bronce.

Manchón, Smidakova, Molanes y Portela, tras clasificarse para la final al obtener en pase directo en la eliminatoria, compitieron ayer minadas por lo inaccesible que resultan las medallas de oro y plata, a dilucidar entre húngaras y alemanas, pero pendientes principalmente de superar a la embarcación polaca, su rival más directa para completar el podio.

Aguantaron bien las palistas españolas la estela de las intratables reinas del K-4, en cuya jerarquía las húngaras, de la campeona olímpica Katalin Kovacs, destronaron a las alemanas de Katrin Wagner-Augustin del título de campeonas mundiales, logrado hace dos años ante su público en Duisburgo.

En cuanto al resto de participantes españoles, cabe destacar que el doble subcampeón olímpico en Pekín, David Cal, tuvo que conformarse con un séptimo puesto en la final de C-1 en su estreno competitivo durante esta temporada, tras quedar relegado ya desde la salida en una regata en la que no pudo protagonizar su remontada habitual. El asturiano Javier Hernanz, en K-1, fue octavo tras finalizar una regata en la que aguantó en posiciones intermedias hasta la mitad de la distancia.

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