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Bolt no tiene límites

  • El jamaicano detuvo el cronómetro en los 19,19, rebajando así su anterior plusmarca · El velocista puede repetir la hazaña lograda en Pekín: tres oros y plusmarcas en las pruebas de 100, 200 y 4X100

Usain Bolt, sobre las huellas que dejó el año pasado en los Juegos Olímpicos de Pekín, conquistó en los Campeonatos del Mundo, exactamente un año después, como en los 100, su segunda medalla de oro, la de 200, con su segundo récord mundial (19,19) y rebajando su anterior plusmarca por el mismo margen de 11 centésimas que el hectómetro.

El panameño Alonso Edward tuvo el honor de secundar a Bolt en la meta, batiendo con un tiempo de 19,81 el récord centroamericano, y Estados Unidos, la gran potencia de la velocidad mundial hasta el año pasado, hubo de conformarse con el bronce de Wallace Spearmon (19,85).

Era la octava carrera en seis días para Usain Bolt en el Estadio Olímpico de Berlín y aún le queda la final del relevo 4x100, mañana. Pero ayer regresó el Bolt gesticulante, enamorado de las cámaras de televisión. Y de las plusmarcas.

La ausencia por lesión del campeón mundial, Tyson Gay, el hombre que el domingo le propulsó hacia el récord mundial en la final de 100 metros, convirtió la carrera de 200 en un simple duelo de Bolt contra el cronómetro.

El francés David Alerte elevó la tensión con una salida falsa que obligaba a todos a redoblar sus precauciones para no ser descalificados. A la segunda, Bolt ejecutó la mejor salida de su vida: 133 milésimas, claramente el mejor.

El clamor de los aficionados, que por primera vez en seis jornadas llenaban el estadio, le devolvió la energía perdida y volvió a poner en entredicho los límites de la velocidad humana.

Ya en la salida de la curva, el jamaicano aventajaba en metros a sus rivales. En la recta, sin nadie a la vista, apretó mirando únicamente el cronómetro colocado junto a la meta, empujado por más de 60.000 almas que abarrotaron los graderíos.

El jamaicano vio un 19,20 en el reloj y sonrió, sacó incluso la lengua mientras señalaba su nuevo récord. Ya ese crono era inconcebible, pero, además, la medición se corrigió segundos más tarde una centésima más abajo: 19,19.

Nada menos que once centésimas menos que su anterior récord, los 19,30 que había logrado en Pekín. Bolt había repetido la misma jugada que el domingo en los 100 metros. Bolt había repetido la hazaña.

Cuando, el domingo pasado, Bolt firmó un registro de 9,58 en el hectómetro, se hicieron conjeturas sobre la marca que podría hacer ayer, teniendo en cuenta que hace un año, en los Juegos de Pekín, había corrido en 19,30 después de haber acreditado 9,69 en 100.

Transcurridos dos años desde que Bolt fue segundo, todavía con 20 años, en la final de 200 de los Mundiales de Osaka (le venció Gay en 19,76), el jamaicano ha reforzado a base de títulos y récords mundiales el estatus de astro rey del atletismo, sin parangón con ningún otro atleta de cualquier especialidad.

En la capital china, Bolt presentó la premiere de su singular show: ganar las medallas de oro en 100, 200 y 4x100 metros y hacerlo además con tres plusmarcas mundiales. En Berlín, el jamaicano lleva camino de ofrecer una segunda versión mejorada.

Tras su récord en los 100 metros, la ministra de Deporte de Jamaica, Olivia Grange, calificó a su compatriota de "extraterrestre". "Para Usain no existen límites", dijo la ministra.

Bolt, sin embargo, prefirió ayer compararse con la mascota del Mundial. En su habitual estilo relajado y cool, otra de las características marca de la casa, bromeando con sus rivales, el jamaicano se presentó en los tacos de salida con una camiseta en la que se leía Ich bin ein Berlino (Soy un berlinés).

Risas, muecas y el gesto de la ola, el jamaicano ofreció todo su repertorio al público de Berlín, que ayer sí llenó las gradas del Olímpico, justo antes de agacharse para recorrer los 200 metros más veloces de la historia. Y luego, la sarta de reacciones en el mundo del atletismo. Ni siquiera el plusmarquista anterior en la distancia, logrado hace 10 años en Sevilla, Michael Johnson, apostó por que Bolt superara la marca de Pekín. Al jamaicano, estas palabras parecieron espolearlo. Y de nuevo corrió al Olimpo.

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