Atletismo l Mundial de Berlín

Berlín mide la transición

  • Los duodécimos Campeonatos del Mundo de la historia arrancan hoy con el propósito, desde el prisma español, de resarcirse del fiasco de Pekín · Paquillo y Marta Domínguez, opciones más firmes de medalla

España emprenderá hoy su participación en el Mundial de atletismo de Berlín inmersa en un "proceso de transición" entre una generación dorada y un futuro incierto. "El equipo viene de una generación de oro que está en la parte final de sus carreras y estamos en un periodo de cambio", explicó ayer el capitán español, Manolo Martínez, un veterano de mil batallas que disputará en la capital alemana su octavo Mundial.

España inscribió una numerosa delegación de 51 atletas en la competición, pero la cosecha de medallas es una incógnita después de la decepción que supuso quedar en blanco en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

El presidente de la Real Federación Española de Atletismo, José María Odriozola, prefirió ser cauteloso en su pronóstico de preseas en Berlín. "Más de una", dijo el dirigente de 70 años antes de viajar a Alemania.

España logró tres en Osaka 2007, pero espera aún una de oro desde 1999, cuando Abel Antón en el maratón y Niurka Montalvo en el salto de longitud levantaron de sus asientos al público de Sevilla en el Estadio de la Cartuja.

Ambos atletas están retirados desde hace años, y las grandes opciones de medalla en Berlín son también deportistas por encima de los 30 años.

El granadino Paquillo Fernández, de 32, será el primero en entrar en acción, hoy en los 20 kilómetros marcha, donde defiende el segundo puesto logrado en Osaka.

La carismática Marta Domínguez, dos veces subcampeona del mundo de 5.000 metros, es quizá la máxima candidata entre los españoles. La veterana corredora de 33 años llega a Alemania con la mejor marca mundial de los 3.000 obstáculos, 9.09,39 minutos.

En la misma edad están Mayte Martínez, bronce en Osaka 2007 en los 800 metros; María Vasco, tercera en los 20 kilómetros marcha también en Japón, o Reyes Estévez, que vuelve al equipo tras su triunfo en la final de los 1.500 del Campeonato de España celebrado en Montjuïc. Tercero hace diez años en Sevilla, el rendimiento del genial mediofondista es una incógnita.

Por debajo llegan jóvenes proyectos, como los sorprendentes Javier Cienfuegos -para el lanzador de martillo, el Mundial es un "postre que no esperaba"- o Borja Vivas, que a principios de año envió el peso a más allá de los 20 metros.

El martillista y el lanzador de peso son excepciones en un país con poca tradición de lanzamientos. Sin embargo, de momento son sólo proyectos.

Jóvenes como el sevillano Luis Alberto Marco, ochocentista, irán a adquirir más experiencia junto a su paisano Manuel Olmedo.

Odriozola se queja de la falta de "espíritu de sacrificio" entre los jóvenes de la sociedad española y Manolo Martínez advierte sobre la escasez de apoyo: "No podemos pretender ser una superpotencia. No somos el deporte base".

"Pero al final todo lo juzgamos por las medallas", lamenta el capitán de 34 años. "El atletismo es más que eso. Hay que mirar también el número de finalistas. No se compone sólo de grandes campeones".

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