Jornada grande de atletismo en Huelva. Difícilmente se encontrará un mejor circuito que el Paraje Natural Marismas del Odiel ni unas condiciones climatológicas más benignas para encarar una prueba atlética que las que ayer disfrutaron el medio millar de participantes en la tradicional Travesía Marisma del Odiel. Y si encima la victoria se queda en casa la celebración no puede ser más redonda. Adrián Andivia se impuso en la meta de Marisma del Odiel por segundo año consecutivo. El corredor del Punta Umbría cruzó la línea de llegada en 51:25, aventajando a Francoil en casi medio minuto. En categoría femenina el triunfo fue para la hispalense María Belmonte con 1:07:54 seguida de Lidia Rodríguez.

La prueba volvió a tener este año su recorrido habitual de 16,2 kilómetros después de que el año pasado variara su trazado (con la salida desde el Paseo de la Ría de Huelva) debido al décimo aniversario de la fundación de la travesía. A diferencias de otros años en los que las lluvias o el viento dificultaron mucho el desarrollo de la prueba al incrementar su natural dureza, los participantes disfrutaron este año de un tiempo inmejorable y de un circuito sin el barro o los charcos de otras ocasiones, lo que hizo mucho más llevadero tanto para los que corrieron para la disputar la clasificación como los cientos de aficionados que lo hicieron por el mero placer de correr en un espacio sin igual que ofrece paisajes singulares. Los primeros 2,2 kilómetros se extendieron por asfalto y el resto por campo, en el interior del Paraje Natural Marismas del Odiel.

Este año la Travesía Marismas del Odiel estuvo dedicada al zampullín cuellinegro (podiceps nigricollis), una especie emblemática de la Reserva de la Biosfera que integra el paraje. En cada edición de la carrera la dirección del espacio protegido hizo hincapié en una temática concreta de avifauna y escogió a una especie de la que miles de ejemplares regresan todos los años a Marismas del Odiel para buscar el alimento y la tranquilidad que necesitan para el cambio de plumas. Incluso en las actividades de entretenimiento planificadas para los más pequeños hubo un taller específico sobre esta ave.