Crítica 'La pirámide'

¡Qué mala!

La pirámide. Aventuras/terror, Francia, 2014, 89 min. Dirección: Grégory Levasseur. Guión: Daniel Meersand, Nick Simon. Intérpretes: Ashley Hinshaw, Denis O'Hare, James Buckley, Daniel Amerman, Joseph Beddelem, Amir K, Christa Nicola.

Unos arqueólogos llegan a El Cairo agitado por los recientes sucesos de las llamadas primaveras árabes, después resueltas en inviernos integristas. En fin… A lo nuestro. Se internan en el desierto y descubren una pirámide. Se internan en la pirámide y se pierden en sus laberintos. Desgraciadamente para nosotros -secuelas de El proyecto de la bruja de Blair- llevan con ellos camaritas a través de las que, con las habituales distorsiones de la imagen, se nos irá contando cómo caen de trampa en trampa, internándose cada vez más profundamente en los pasadizos de la pirámide. Hasta encontrarse con unos bichitos que anuncian la segura presencia de un bicho grande. Un Anubis torpemente digitalizado más aficionado al peso trucado que el tendero del bajo de 13 Rue del Percebe.

El resultado es un churro aburrido. Créanme, porque se lo dice un aficionado al cine de terror, incluida su variante egipcia con monstruos o momias, y un degustador de las más modestas series B... Además de un aficionado, sentimentalmente educado por El Capitán Trueno, a los fosos con pinchos en el fondo, piedras que caen cerrando pasadizos que se llenan de arena y otras ingeniosas invenciones. Pero esto es otra cosa. O, mejor dicho, no es nada.

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