Crítica 'El viaje más largo'

Fotonovela para fans de Sparks

El viaje más largo. Drama romántico, EEUU, 2015, 139 min. Dirección: George Tillman Jr. Guión: Craig Bolotin. Fotografía: David Tattersall. Intérpretes: Scott Eastwood, Britt Robertson, Alan Alda, Oona Chaplin, Jack Huston, Melissa Benoist, Lolita Davidovich, Stephen Mackenzie Brown.

Decir que esta película se basa en una novela de Nicholas Sparks es una forma de hacer la crítica en una sola frase. Es tan peculiar su estilo de novela sentimental blandita, ha tenido tanto éxito, tiene tantos seguidores y son tan leídas sus obras que quien vaya a verla sabe perfectamente lo que va a ver. Más aún si actúa, como suele hacer y hace aquí, de coproductor y coguionista. El viaje más largo no le defraudará. Jóvenes y guapos. Tan distantes como puedan estarlo un vaquero de rodeo y una universitaria que estudia arte contemporáneo. Tan unidos como pueden estarlo los jóvenes que se aman. ¿Qué sería de las historias de amor sin que algo los separara? Por si no bastara se entremete otra historia de amor, aún más desesperada por desarrollarse en tiempos más duros, como un fuego que renaciera de cenizas apagadas. Porque las cenizas del amor nunca se apagan y sus heridas quedan siempre abiertas. Eso que en cine se llama flashback y yo he intentado decir a lo Sparks.

Lo mejor es el viejecito Alan Alda. Lo peor son los jóvenes, muy guapos todos, sí, y fotografiados como si posaran en el catálogo de ropa de unos grandes almacenes; pero insulsos. Imposible saber si por sus cualidades, por la dirección o por la insustancialidad del guión. Raro el interés por juntar a un hijo de Clint Eastwood, una nieta de Chaplin y un nieto de John Huston, que tales son los jóvenes intérpretes junto a una Britt Roberson sosota que se debió sentir ninguneada entre los descendientes de tan ilustres nombres. No hace falta decir que la fotografía de lugares idílicos y paisajes maravillosos es muy bonita, hasta demasiado bonita. Y que la realización de George Tillman Jr. es aseada. Su mayor virtud es la de no engañar a nadie.

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